El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió el sábado 22 de octubre en la basílica María Auxiliadora de Almagro, la misa de ordenación sacerdotal del salesiano Marco Pita Celis.

Participaron de la celebración, que estuvo acompañada por el lema “El buen pastor da la vida” (Jn 10,11), padre Darío Perera SDB, inspector de Argentina Sur, salesianos, hijas de María Auxiliadora, y una gran canrtidad de jóvenes de las distintas casas salesianas por las que pasó el nuevo sacerdote.

Luego de la ordenación, el padre Celis manifestó sentirse “testigo de la ternura” y por eso, “quiero dar gracias en este día. Por la ternura de Dios, que cuida de mi vida y conduce mi vocación y que al permitirme ser ordenado sacerdote me hace protagonista de su amor”.

“Doy gracias con el corazón emocionado porque descubro que a lo largo de mi vida me guía y me cuida a través de mi familia, de mis hermanos salesianos y de tantas personas que hoy están presentes de muchas maneras”.

En esa línea, agradeció poder “descubrir y sentir ese abrazo cercano y amoroso, esos rostros y manos que se acercan para compartir esta alegría que es fruto del amor de Dios”. “Doy gracias al comprender que en mi vida todo es gracia, que nada es merecido, y que la ternura de Dios me abraza y me cuida”.

Luego, el nuevo sacerdote dio las gracias por el “regalo de la vocación salesiana y por el regalo de conocer a tantos jóvenes que quieren descubrir lo realmente auténtico de la vida. Por ser compañeros de camino y sostenerme en todo momento. Gracias de corazón por estar, por apoyarme con sus oraciones y cariño, solo desde allí siento que puedo seguir caminando en este hermoso y desafiante camino”.

Pidió a María Auxiliadora “que me conceda seguir siendo testigo del amor y que sobretodo me dé la gracia de ser signo y portador del amor de Dios, de su ternura, a los jóvenes”.

El padre Marco Pita Celis, forma parte de la casa salesiana “Buen Pastor”, en la ciudad de Isidro Casanova, y trabaja con los hogares Don Bosco.