El banco tendria su sede en Tartaristán, la república de la Federación rusa con mayoría musulmana. Por el momento se está preparando un estudio de factibilidad, junto a los representantes del gobierno tátaro, sobre el ingreso de una tal realidad financiera en el mercado ruso.

De acuerdo con irib, citando a Nurain Magazine, las hipótesis, como explicó Aksakov, son dos: o crear directamente un banco islámico o, sobre la base de un banco ya existente, abrir una "ventanilla islámica", una especie de unidad especial del instituto, que trabaje según los principios del sistema bancario islámico.

Para hacer posible la realización del proyecto, explicó concretamente el diputado, es necesario aportar modificaciones en la legislación rusa; las enmiendas ya están listas y se debería discutir en las próximas dos semanas.