El respeto a la diferencia en el Noble Corán

El respeto a la diferencia en el Noble Corán

Al-Lah ha creado el universo y lo ha hecho diverso desde la unidad del ser

 

Una creación diversa:

Al-Lah (El Uno) ha creado el universo (del latín universus, todo, completamente, todo lo viviente) y lo ha hecho diverso desde la unidad del ser: kun fa iakun (Al-Lah ha decretado: Sé y es para todo lo existente). Esta diversidad contribuye a la belleza y armonía del cosmos (del griegocosmos-ou, orden). Las diferentes criaturas (plantas y animales) armonizan con su vida y su muerte los diferentes ecosistemas. Los cuatro elementos, opuestos en su naturaleza (tierra, aire, agua y fuego) forman la “diversa unidad” en la que el ser humano es puesto como jalifa, representante, responsable de toda esta maravillosa diversidad. Al-Lah ha hecho de este mundo el hogar de todas sus criaturas y entre ellas reina el ser humano, llamado a ser un califa justo y amoroso con todos los seres del más pequeño al más grande. Esta apabullante diversidad nos admira y conmueve. Es el signo aya de Al-Lah más evidente y el libro primigenio cuya lectura (observación) está rebosante de signos para los dotados de intelecto. Ante ella el ser humano observa, reflexiona, se maravilla y….Debe rendirse:

(Bendito) Aquél que ha creado siete cielos en perfecta armonía entre sí; No hallarás el menor fallo en la creación del Más Misericordioso. Mira de nuevo, ¿puedes ver alguna fisura?(67.3)

No. No podremos encontrar ningún fallo y por más que miremos nuestra vista:

…volverá a ti cansada, derrotada” (67.4)

Todo se ensambla a la perfección y esa hermosa diferencia bien avenida en la naturaleza que está llamada a verificarse también en la comunidad de los seres humanos, que gozamos de este bellísimo planeta hecho diverso por Al-Lah porque es Ar Rahman (el Más Misericordioso).

Este es uno de los tres hermosos nombres que repetimos constantemente en la basmala de nuestros salat y cuándo recitamos el Noble Corán o cuando iniciamos nuestras numerosas actividades. Este atributo de “El Más Misericordioso, del que deriva la Voluntad creadora y que despliega su magnificencia, precisamente, en la diversidad del (y los) mundo-s, está conmovedoramente expresado en la sura 55 titulada precisamente Ar Rahman:

(Ar Rahman) ha preparado la tierra para todas sus criaturas. Hay en ella frutas y palmeras de frutos recubiertos. Y grano que crece sobre sus tallos y plantas aromáticas” (55.10-12)

Todo es maravillosa diversidad; La comunidad de los seres humanos también.

El respeto a la diferencia entre los seres humanos:

Esta fiesta de diversidad, esta sinfonía cósmica en la que cada instrumento, por nimio que sea, ejecuta una melodía o un acorde que se integra a la perfección en toda la obra, no está completa si no afecta también  a la más bella y perfecta de las criaturas; El ser humano:

¡Gente!, os hemos creado de un varón y una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. Para Al-Lah el más noble de vosotros es el que más le teme. Al-Lah es Omnisciente, está bien informado” (49.13)

La humanidad es creada de un solo ser nafs wahidatin y luego hecha pareja varón-hembra, ambos diferentes en su cuerpo (complexión, sexualidad, fuerza física, etc) y sin embargo maravillosamente complementarios; No pueden estar la una sin el otro (ni el otro sin la una), son muy bellas las metáforas que Al-Lah emplea en el Noble Corán para ilustrar esta complementariedad no sólo sexual y reproductora sino sobre todo (algo que por desgracia las sociedades islámicas han olvidado para centrarse exclusivamente casi, en la relación sexual-reproductora) amorosa y afectiva:

Y entre Sus portentos está el haber creado para vosotros parejas de vuestra misma especie para que os inclinéis hacia ellas y haber engendrado amor y ternura entre vosotros: ¡Ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente que reflexiona! (30.21).

Amor y ternura que trasciende el ámbito afectivo-sexual de la pareja para trasladarse al de las relaciones entre los diversos pueblos, razas y tribus:

Y entre Sus portentos está la creación de los cielos y la tierra y la diversidad de vuestras lenguas y colores: Pues en esto ciertamente hay en verdad mensajes para quienes poseen conocimiento (30.22).

Aleya muy elocuente por sí misma, no necesita apenas explicación. No quisiera terminar sin parafrasear al obispo de los pobres Pere Casaldáliga quien dice:

“La solidaridad es la ternura de los pueblos”.

Me tomo la libertad de terminar diciendo:

“El Noble Corán es la ternura y el derecho de todo ser humano, de todos los pueblos”.

A modo de conclusión:

Estas aleyas que hemos repasado nos exhortan a:

- La conciencia ecológica. Pues estamos llamados a usar nuestra capacidad racional como un bien para la creación, usando sus dones en nuestro beneficio sin abusar de ella, respetándola y manteniendo su biodiversidad.

- La relación igualitaria entre el hombre y la mujer. Ambos procedemos de un solo ser; No hay humanidad sin esta dualidad en lo uno. Es un mensaje claro tanto para ideologías patriarcales y machistas como para su versión contraria en los feminismos radicales. Al-Lah ha prescrito para nosotros, hombres y mujeres, la solidaridad, el respeto y el amor, la protección mutua según nuestras capacidades y no la guerra de sexos o la opresión de unos sobre otros/as.

- La solidaridad y la comunicación entre las diversas razas y pueblos. Al-Lah nos prescribe el conocimiento mutuo. Es un conocimiento gozoso, en plano de igualdad, pues todos somos hijos de Adam (as) y Eva, creados por Al-Lah. Es una advertencia clara a quienes sostengan las ideologías de “razas superiores”, “pueblos elegidos” y “colonialismos redentores” que tantísimo daño han hecho a la humanidad. El ser humano sólo es más noble cuanto más consciente sea de Al-Lah y jamás por su raza, religión o país de procedencia (si, hay que decir que muchas veces la religión no implica la consciencia de Al-Lah (Dios, Trascendente o cualquier designación del ilah). La consciencia de Al-Lah implica amor y respeto por todos los seres humanos sea cual sea su raza, procedencia, cultura, religión o filosofía. La Sunna y la sira del Profeta saws están pletóricas de estos ejemplos. Aceptemos pues el mandato de Al-Lah Taala y comuniquemos Su Salam a todas las criaturas.

Al-Lah es el que sabe.

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