La conducción de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), brazo político de la comunidad judía, cambió anoche de manos al no conseguir Julio Schlosser su reelección. Por una diferencia de 10 votos (sobre un total de 126) Ariel Cohen Sabban, religioso de la rama ortodoxa, le arrebató la presidencia en los comicios que realizó la institución ayer para renovar sus autoridades.

“Acá no hay ganadores ni perdedores. Ganó la comunidad judía, ganó la sociedad argentina. Trabajaremos unidos para toda la sociedad argentina y para toda la comunidad judía”, dijo a Clarín anoche Cohen Sabban buscando aplacar las enormes internas que no se pueden ocultar dentro de la colectividad.

Al mismo tiempo, el presidente electo de la entidad abogó por una relación más pacífica con el próximo Gobierno nacional de la que tuvo la entidad con Cristina Kirchner tras la firma del pacto con Irán por el caso AMIA. “Estaremos esperando a las nuevas autoridades nacionales, a las que vamos a pedir la derogación del Memorándum de entendimiento”, afirmó el nuevo titular de la comunidad judía.

Su alianza, Por una DAIA Unida, obtuvo el 52 por ciento de los votos ( 65 sufragios sobre 126 emitidos en unas elecciones donde votan las instituciones y no las personas) mientras que la de Schlosser, Nuevo Modelo Comunitariio obtuvo el 44% ( 55 votos) y 6 instituciones se abustuvieron.

Tesorero hasta ahora de la AMIA, Cohen Sabban tuvo su visibilidad en el último aniversario por el atentado a la mutual judía. En el acto de julio pasado fue el orador principal y formuló un fuerte reclamo de justicia dirigido al Gobierno, al tiempo que reclamó el esclarecimiento de la muerte del fiscal de la causa Alberto Nisman.

En la DAIA estará ahora acompañado por Alberto Indij, como vice primero, Santiago Kaplun como secretario general y Mario Ruschin como tesorero. Detrás de ellos hay una mezcla insólita que da cuenta de las peleas y alianzas de la colectividad. En las sombras de esta lista están el rabino macrista Sergio Bergman y el ex presidente de la AMIA, Luis Grynwald, quien supo tener apoyo de empresarios kirchneristas en su frustrado intento de volver al cargo.

Bergman y Grynwald eran furiosos enemigos, ahora están aliados.

Cohen Sabban fue esquivo ante la consulta de Clarín sobre si habrá cambios en las actividades comunitarias por ser un líder religioso, que responde al rabino ultraortodoxo Samuel Levin. También la AMIA está gobernada desde 2008 por los ultraordoxos que entonces le arrebataron el poder que por décadas tuvieron los sectores laicos.

Schlosser llevaba de vice al abogado Jorge Knoblovits, hasta ahora secretario ejecutivo de la DAIA. Sobre la derrota hay distintas versiones. Unos afirmaban anoche que la conducción había sido “blanda” con el canciller Héctor Timerman al firmarse el memorándum. Pero otros dirigentes apuntaban a la influencia que, como tesorero de la AMIA, ejerció Cohen Sabban sobre todo en las filiales provinciales. De hecho, el voto del interior fue crucial para su triunfo. Hubo negociaciones para armar una lista única, pero fracasaron.