Reconquista: el obispado entrega tierras a una comunidad aborigen

Reconquista: el obispado entrega tierras a una comunidad aborigen

Se trata de tierras en Guadalupe Norte, donde vive esa comunidad. La firma de las escrituras, destacó el obispo Ángel Macín, forma parte de un camino de reparación histórica de los pueblos originarios

El obispado de Reconquista entregó tierras a la comunidad Pignik, en la localidad de Guadalupe Norte, como parte de la voluntad del gobierno pastoral diocesano de un camino de reparación histórica de los pueblos originarios.

El acto de firma de las escrituras de las tierras donde actualmente vive esa comunidad, se realizó el martes 15 de agosto en las instalaciones de la curia diocesana.

La rúbrica de los documentos se realizó ante la presencia de la escribana Nilda Natalia Guedez; el obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín; el referente de la comunidad aborigen Pignik, Orlando Sánchez, junto con otros miembros de esa comunidad y colaboradores de Cáritas Diocesana y Pastoral Aborigen.

La escribana Guedez dio lectura del acta a viva voz, explicando cuál es la finalidad y los alcances del presente acto, como también de las diferentes instancias por las cuales se ha tenido que atravesar para que finalmente la titularidad de estas tierras pase del obispado de Reconquista a la comunidad Pignik.

Por su parte, monseñor Macín explicó cómo fue el procedimiento por el cual se adquirió específicamente esta parcela, indicando que es resultado del aporte y fondos de Cáritas, como también de fieles, marcando el camino pretendido por la Iglesia en la diócesis en lo referente al reconocimiento y a la reparación histórica con las comunidades preexistentes.

Durante el acto se anunció también la voluntad de instrumentar un fondo para donaciones y así poder continuar este ciclo que se definió como “virtuoso” y a sabiendas de que aún existen comunidades que no son poseedores de sus tierras.

Asimismo, se recordó que éste es “un derecho reconocido por el Estado Argentino, en su Carta Magna, que, sin ánimos de polemizar, lo que se busca desde la Iglesia es actuar, y poder así llegar a que la mayor parte de estas comunidades puedan regularizar su situación”.

El referente de la comunidad Pignik destacó el significado de este momento “histórico” indicando que ellos siempre “han estado esperando y trabajando para poder llegar a esta instancia, a obtener la titularidad del territorio, ya que en general, a muchos les cuesta entender los derechos que tienen como pueblos aborígenes”.

También agradeció la labor mancomunada de los distintos actores en este camino recorrido, por el trabajo humano y de hermandad para con ellos, y a quienes lo acompañan en esta difícil tarea.

Sánchez explicó que el nombre Pignik que lleva esa comunidad, hace referencia al árbol Ñandubay, que significa madera dura, como referencia a “la resistencia, fidelidad y nobleza con las que esta comunidad se caracteriza”.

Para finalizar, monseñor Macín agradeció a los presentes, invitando a continuar en esta senda, para poder llegar a cumplir con el objetivo planteado, y acordó con las personas de la comunidad, seguir con el diálogo intercultural y realizar una ceremonia interreligiosa en esos terrenos cuando se haga entrega de las escrituras porque, dijo: “Es Dios el que inicia y lleva a término nuestros proyectos”.

 

 

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