Después de varios años, el Hogar de Tránsito Felipe Neme abrió nuevamente sus puertas, ahora a cargo del obispado de San Luis.

El obispo local, monseñor Gabriel Barba, celebró la Eucaristía y bendijo a todos los presentes. Participaron amigos y miembros de la familia vicentina y familiares de Felipe Neme, quien impulsó el inicio, junto a Juan Muñoz, de esa gran obra de misericordia alrededor de 1940.

Antes de culminar y como cierre de la inauguración, niños y jóvenes del Conservatorio Franz Schubert de San Luis deleitaron a los presentes con sus interpretaciones.

Pensado para recibir a hombres y mujeres del interior provincial que no tengan dónde dormir mientras cuidan enfermos en el hospital, y también para aquellos que están en situación de calle, el alojamiento en el lugar es totalmente gratuito.

A quienes residen temporalmente allí, se les dan las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Esto se logra gracias a la ayuda y aporte de Cáritas San Luis y de comerciantes de la zona, que colaboran desinteresadamente.

“Un plato de comida y una palabra de aliento es lo que siempre van a encontrar en este lugar”, asegura Víctor Cuello, quien está a cargo del hogar.

Por el momento, la capacidad del lugar es de 7 habitaciones. Si bien se inauguró este 27 de septiembre, el hogar comenzó a recibir gente hace 2 meses. Desde ese momento, han pasado personas todos los días, buscando un plato de comida diaria y un lugar donde descansar. 

Después de varios años, el Hogar de Tránsito Felipe Neme abrió nuevamente sus puertas, ahora a cargo del obispado de San Luis.

El obispo local, monseñor Gabriel Barba, celebró la Eucaristía y bendijo a todos los presentes. Participaron amigos y miembros de la familia vicentina y familiares de Felipe Neme, quien impulsó el inicio, junto a Juan Muñoz, de esa gran obra de misericordia alrededor de 1940.

Antes de culminar y como cierre de la inauguración, niños y jóvenes del Conservatorio Franz Schubert de San Luis deleitaron a los presentes con sus interpretaciones.

Pensado para recibir a hombres y mujeres del interior provincial que no tengan dónde dormir mientras cuidan enfermos en el hospital, y también para aquellos que están en situación de calle, el alojamiento en el lugar es totalmente gratuito.

A quienes residen temporalmente allí, se les dan las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Esto se logra gracias a la ayuda y aporte de Cáritas San Luis y de comerciantes de la zona, que colaboran desinteresadamente.

“Un plato de comida y una palabra de aliento es lo que siempre van a encontrar en este lugar”, asegura Víctor Cuello, quien está a cargo del hogar.

Por el momento, la capacidad del lugar es de 7 habitaciones. Si bien se inauguró este 27 de septiembre, el hogar comenzó a recibir gente hace 2 meses. Desde ese momento, han pasado personas todos los días, buscando un plato de comida diaria y un lugar donde descansar.