Un miembro de esta comunidad, Naima Bikhu, explicó en Radio Panamá que son 30 días en los que ayunan desde el alba hasta la puesta del sol. Durante el Ramadán no comen, no beben ni tienen relaciones maritales. Agrega que es un tiempo para practicar el autocontrol y la disciplina, también se empatiza con los pobres y es el tiempo en el que se realizan más actos de caridad hacia los necesitados.
Bikhu dijo que para los musulmanes es un mes de purificación interna y de perdón, donde las bendiciones se aumentan al 100 por ciento y más. Agregó que con el ayuno también se debe meditar en el sagrado Corán.
«No es pasar hambre sino que se trata de alimentarte y tener autocontrol sobre tu comportamiento y tu carácter», puntualizó.
Desde 1982 hasta la fecha, la difusión del Islam en Panamá ha resultado en la construcción de un total de once mezquitas, alrededor de cinco salas de oración, una escuela para la memorización del Corán.
En el distrito de La Chorrera se encuentra en construcción la mayor madrasa de América Latina, con un costo de 7 millones de dólares. Este centro contará también con una mezquita con capacidad para alrededor de tres mil personas y será la mayor mezquita en la República de Panamá.
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