Rachelle Fraenkel fue destacada como uno de los 50 judíos más influyentes del mundo

Rachelle Fraenkel fue destacada como uno de los 50 judíos más influyentes del mundo

La madre de Naftali, quien fue asesinado junto a otros dos adolescentes por Hamas el verano pasado, lo cual desencadenó la Operación Margen Protector, demuestra cómo perseverar luego de una gran tragedia. “Una de las cosas especiales que vi este año es cuán maravillosas son las personas. Y hay una responsabilidad y deseo por mantener el espíritu en alto”, remarca.

Rachelle Sprecher Fraenkel llegó al reconocimiento internacional en las peores de las circunstancias cuando su hijo Naftali de 16 años fue secuestrado y asesinado junto con dos amigos, Eyal Yifrah y Gil-Ad Shaer, en junio del 2014. El medio israelí The Jerusalem Post armó una la lista de los 50 judíos más influyentes del mundo y destacó a esta madre, entre otras personas que tuvieron un impacto mundial el año pasado y tienen el potencial para cambiar el futuro. 

Ella se convirtió en la voz más pública de las familias durante las tres semanas de búsquedas intensivas. Habló en vigilias de rezos y marchas, y le dijo al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra cómo las madres solamente querían de vuelta a sus hijos. 

Ella fue, y sigue siendo, un símbolo del período de unidad social sin precedentes, rezos y fe, un período que continuó durante la Operación Margen Protector. 

Contra este traumático antecedente, usualmente se pierde el hecho de que Fraenkel, ahora oradora pública, ya era líder y pensadora influyente ante del secuestro y asesinato de su hijo. “Amo aprender, ¡espero que sea contagioso!”, escribió en la facultad de Nishmat, Centro de Estudios Avanzados de la Torá Jeanie Schottenstein Centre, uno de los dos institutos de Jerusalem para estudios de mujeres a la que está asociada. Allí enseña Talmud y Halaja.

 Se ha convertido en una figura pública contra su voluntad: “No estaba buscando estar en el ojo público. Las circunstancias me han dado un micrófono aquí y allí. Solo somos quienes somos”. Desafortunadamente, agrega, no hay nada especial ni extraño sobre su situación como madre en duelo. 

Fraenkel destaca que los medios extranjeros siguen sorprendidos por su respuesta ante el asesinato del adolescente árabe Muhammad Abu Khdeir, una venganza aparente que su familia condenó fuertemente. 

Ella y su marido, Avraham, han continuado haciendo lo que hacían antes. Ella explica: “Para mí es vivir y criar a mi familia, enseñar la Torá y ser parte del mundo creciente de mujeres que la aprenden”. A pesar del dolor, ella se enfoca en lo positivo. “Una de las cosas especiales que vi este año es cuán maravillosas son las personas. Y hay una responsabilidad y deseo por mantener el espíritu en alto”, remarca. 

Los Fraenkels, junto con las familias Shaer e Yifrah, y el alcalde Nir Barkat, están en el jurado del nuevo Premio Jerusalem para la Unidad Nacional, que será entregado en honor a sus hijos.

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