Recibidos por el jefe de Gobierno, líderes musulmanes locales le expresaron sus preocupaciones respecto a la creciente radicalización y las exclusiones por motivos de credo, la amenaza del terrorismo y otros desafíos que encara la colectividad.

La inmensa mayoría de los indios profesa la religión hindú, pero la musulmana es la segunda más numerosa comunidad confesional del país con unos 160 millones de fieles, alrededor del 13 por ciento de la población.

Según una nota de la oficina del Primer Ministro citada por Prensa latina, los dirigentes musulmanes le manifestaron sus inquietudes respecto a las propiedades sobre mezquitas y madrazas (escuelas) islámicas y pidieron al gobierno garantizar la prestación de mejores servicios a la juventud musulmana, particularmente en el campo de la educación.

Modi llegó en mayo del año pasado a la jefatura del Gobierno con un tímido apoyo de la comunidad musulmana, recelosa de su promesa de que gobernaría para todos.

En su reunión con los líderes musulmanes, el Primer Ministro convino en la necesidad de empoderar a los jóvenes de esa comunidad y se comprometió a mejorar sus condiciones sociales y el acceso a la educación.