En un evento único en la iglesia valdense de Piazza Cavour, en Roma, se presentó la nueva traducción literaria ecuménica del Nuevo Testamento, que involucró a católicos, ortodoxos y evangélicos en un esfuerzo conjunto por hacer la Biblia más accesible
En un emotivo evento en la iglesia valdense de Piazza Cavour, Roma fue testigo de la presentación de la nueva traducción literaria ecuménica del Nuevo Testamento, un proyecto que ha reunido a diversos grupos cristianos con un solo objetivo: hacer que el mensaje de la Biblia sea más accesible al mayor número de personas posible. La presentación fue organizada por la Sociedad Bíblica en Italia y contó con la participación de un coro de voces de diferentes confesiones religiosas, que unieron sus cantos en un acto simbólico de unidad.
Este esfuerzo, considerado como "sobrehumano" por los propios traductores, involucró a católicos, ortodoxos y evangélicos en un proyecto colaborativo que ha dado como resultado un borrador literario sumamente detallado y preciso. Durante la presentación, el evento fue inaugurado con un mensaje en video del cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, y con la lectura de un mensaje del cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Entre las intervenciones destacó la del cardenal Bassetti, quien expresó que esta nueva traducción era una muestra tangible de que, a pesar de las tensiones en el mundo cristiano y en la sociedad, el Espíritu sigue trabajando para la unidad. "La Biblia, en un mundo tan dividido, es una lámpara que ilumina y un espejo en el que todos podemos mirarnos", aseguró Bassetti.
El evento también contó con la intervención de figuras clave como el obispo Dionysios Papavasileiou, quien subrayó la importancia de una traducción ecuménica que supere las barreras interpretativas y se convierta en un puente para la colaboración cristiana. “Este esfuerzo ha logrado ser el primer instrumento para trabajar juntos”, afirmó.
La diácona Alessandra Trotta, moderadora de la Mesa Valdense, subrayó la necesidad de una nueva traducción, recordando que la Palabra debe ser comunicativa y comprensible en el mundo actual. La traducción, según Trotta, no es solo un trabajo literario, sino un signo de la pasión evangélica, un proyecto “extraordinariamente ecuménico” que busca unir a los cristianos.
El trabajo de investigación detrás de esta traducción ha sido arduo, como lo expresó Don Luca Mazzinghi, presidente de la Sociedad Bíblica en Italia, quien destacó que la traducción de la Biblia nunca termina, ya que el lenguaje evoluciona y el conocimiento de los textos antiguos se profundiza constantemente. Además, Mario Cignogni, secretario general de la Sociedad Bíblica, precisó que esta nueva traducción no pretende reemplazar a las existentes, sino complementar el rico panorama de versiones bíblicas en uso en las diferentes Iglesias.
El evento culminó con la reafirmación de la importancia de la unidad cristiana a través de la palabra de Dios, que sigue siendo, más que nunca, un faro de esperanza y luz para la humanidad.
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