Al respecto, el párroco Gabriel Mestre, referente del obispado de Mar del Plata, dijo a El Marplatense: “Siguen las redes porque no podemos terminar de conseguir el dinero necesario para una reparación que realmente es de un altísimo costo. La colaboración de los fieles es generosa y sirve para el mantenimiento del templo pero no para hacer una obra mancomunada como la que se hizo en el frente”.

Consultado sobre aquellas recorrida de políticos el año pasado, respondió: “Quedaron todas en promesas. No estaban dadas las condiciones para asumir un compromiso como correspondía. De parte del obispo y de mi parte no pudimos llevar adelante convenios que fueran justos, coherentes y como correspondía”.

Ante la pregunta sobre qué se necesita reparar con esos fondos, el padre señaló: “El interior total, a mitad del año pasado hablábamos de 7 millones de pesos. Ahora hay que calcular el doble”. Asimismo, dijo que, de igual modo, se podrían prever cambios en las prioridades de arreglo: “Siempre hay un replanteo acerca de las obras a realizar en el templo”.

“Para nuestro presupuesto siete millones de pesos es inalcanzable pero quizás para los presupuestos nacionales no es tanto, aunque las urgencias en nuestra patria son muchas”, aclaró.

Sobre sí hubo nuevos desprendimientos, afirmó: “No hubo muchos porque el sistema de las redes permitió que se cayeran todas las partes más comprometidas”.