El párroco argentino en Gaza agradece el apoyo moral del Papa a la comunidad

El párroco argentino en Gaza agradece el apoyo moral del Papa a la comunidad

Gabriel Romanelli afirma que llama cada noche para animar, escuchar y rezar con las personas refugiadas en el templo. Destaca, que cuando la conexión lo permite, establecen una videollamada y el pontífice saluda a los niños y bendice a los jóvenes.

Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza, describió los intensos combates en el barrio de Shejaiya al Papa Francisco en una de las últimas videollamadas entre el pontífice y la comunidad.

La situación actual en el recinto, donde se refugian en la actualidad unas 500 personas, debió suspender las actividades en el exterior para evitar el peligro de bombas e incursiones.

La vida diaria en la iglesia es difícil y peligrosa. "Las actividades al aire libre están restringidas y la cocina se hace con leña por la falta de otros recursos", explicó en declaraciones posteriores a SIR .

Además, casi todos los hospitales fueron dañados, haciendo casi imposible recibir atención médica adecuada.

"La seguridad es la principal prioridad para la comunidad", subrayó.

La parroquia recibe el apoyo del Patriarcado Latino, que distribuye agua, alimentos y medicinas, no sólo a los cristianos, sino también a muchas familias musulmanas que todavía quedan en el barrio.

Sin embargo, los suministros son cada vez más escasos, especialmente verduras, frutas y gasoil, que es vital para el funcionamiento del pozo de agua y vehículos de emergencia.

El pontífice es un gran apoyo moral para la comunidad. Llama cada noche para animar, escuchar y rezar con ellos, lo que aporta serenidad y consuelo a los fieles desplazados.

A veces, cuando la conexión lo permite, pudieron establecer videollamadas, en las que el pontífice pudo saludar a los niños y bendecir a los jóvenes.

Romanelli expresa su incertidumbre sobre el futuro y la esperanza de que un acuerdo o una tregua puedan llevar algún alivio.

"Actualmente, la única actividad que no se ha interrumpido en estos meses de guerra es la producción del pan sagrado para la misa diaria, a pesar de la situación desesperada, la comunidad se mantiene unida en la oración por la paz ", describió Romanelli.

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