El suboficial de Policía Edelio Morínigo y el ciudadano menonita Abraham Fehr fueron retenidos a manos de la guerrilla denominada Ejército del Pueblo Paraguayo. Los líderes cristianos propusieron una cadena de oración intensa a toda la población guaraní.
Representantes evangélicos y católicos emitieron este sábado un comunicado conjunto en el que piden la liberación de Edelio Morínigo y Abraham Fehr, ambos secuestrados por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El documento fue elaborado por la Asociación de Iglesias Evangélicas del Paraguay (ASIEP), la Asociación de Pastores Evangélicos del Paraguay (APEP), la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en el Paraguay (IERP) y la Coordinación Nacional de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
El colono menonita Abraham Fehr lleva actualmente 15 días privado de su libertad, mientras que el suboficial de Policía Edelio Morínigo fue secuestrado hace 414 días. Hasta el momento se desconoce el paradero de ambas personas y tampoco se tiene alguna prueba de vida reciente.
A continuación, transcribimos textualmente el comunicado:
Dada la triste y dolorosa circunstancia por la que están atravesando el ciudadano Abraham Fehr, secuestrado el 8 de agosto de 2015, su familia y la comunidad menonita de Manitoba, como así también Edelio Morínigo que lleva más de 400 días cautivo en manos de sus secuestradores, imploramos todos juntos a nuestro Dios la pronta liberación de ambos.
Que las respectivas familias de los secuestrados sepan que nos unimos en el mismo sentimiento de dolor con todos ellos y les animamos a que no pierdan la esperanza de volver a tenerlos consigo a Edelio y Abraham en sus respectivos hogares.
Pedimos al Espíritu Santo que ilumine a nuestras autoridades para acabar con la creciente violencia y terror en nuestro país agotando todas las medidas posibles.
Por ello les instamos a redoblar esfuerzos para salvaguardar la vida y la familia, implementando políticas de Estado efectivas tendientes a eliminar la violencia en cualquiera de sus formas, forjando un ambiente de paz, libertad y seguridad en todo el territorio nacional.
Proponemos a todo el pueblo paraguayo una cadena de intensa oración para que los captores tomen conciencia de las consecuencias de sus hechos y abandonen la violencia.
Todos los ciudadanos de este país deseamos una convivencia pacífica, justa y libre.
"Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo" (Jn 14.27).
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