El presidente de la comunidad cubana, David Prinstein, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) se refirió al intercambio de prisioneros entre La Habana y Estados Unidos, en el que Cuba dejó en libertad al judío estadounidense Alan Gross: “Si algo hemos hecho es vivir con la esperanza de que pudiera regresar con su familia”.
El presidente de la comunidad judía de Cuba, David Prinstein, expresó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) su “felicidad” por la liberación del judío estadounidense Alan Gross y consideró que “Jánuca una vez más hizo un milagro en la vida”.
“Hace dos semanas atrás le expresamos a toda agencia de prensa que nos preguntábamos si todavía teníamos esperanzas de que Alan Gross algún día pudiera salir. Si algo hemos hecho es vivir con la esperanza de que pudiera regresar con su familia. Finalmente se dio el milagro de que regrese a su casa con su esposa y sus hijas a su país, y también es un milagro que los tres cubanos que estaban presos en Estados Unidos regresen a Cuba”, manifestó.
Gross es un trabajador que había sido detenido en 2009 y condenado a 15 años de prisión por contrabandear tecnología a Cuba y establecer un servicio de internet para judíos cubanos. Fue liberado en el marco de un intercambio de prisioneros entre La Habana y Estados Unidos.
Asimismo, Prinstein opinó que “igual de importante es el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre dos países, ya era hora porque van a ser beneficiosas para ambos pueblos”.
Consultado sobre si la comunidad judía pudo tener contacto con Gross, contestó: “Hemos tenido contacto en distintas actividades del año, pero desde hace dos meses que no tuvimos nuevos encuentros con él. Gross no había recibido visitas desde hace algún tiempo, supongo que porque no estaba en condiciones, estaba deprimido. Solamente estaba recibiendo las visitas de su esposa y de su abogado”.
En cuanto al momento en el que ocurre esta liberación, subrayó que “Las condiciones estaban creadas para su regreso”. “Es como dijo ese gran filósofo nuestro, Fidel (Castro): ‘Si no es ahora, ¿cuándo? Si no soy yo, ¿quién?, y si es sólo para mí, ¿de qué sirve?’. Creo que fue el momento justo porque ambos gobiernos encontraron la forma de tener gestos humanitarios para que ambas familias, tantos las cubanas como la de Gross, se puedan reencontrar”.
“La comunidad judía de Cuba para la sociedad cubana va a seguir teniendo el lugar que tiene vivimos en el respeto, no sólo el pueblo de la kehilá cubana sino el pueblo de Israel tiene una historia heroica, el presidente cubano hace unos años participó en una festividad de Jánuca y creo que ahora fortifica más las relaciones cubanas de los judíos con los cubanos que están en el exterior”, agregó.
Finalmente, le deseó a Gross “desde la comunidad judía de Cuba a través de Iton Gadol un feliz Jánuca”, y pidió “que el próximo milagro de Jánuca sea el restablecimiento de las relaciones entre Cuba e Israel. Esta es una de las cosas que más anhelamos en la vida”.
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