Para un arzobispo cercano al Papa, al cura tucumano "lo asesinaron"

Para un arzobispo cercano al Papa, al cura tucumano

Un caso conmocionante. Marcelo Sánchez Sorondo no cree que el sacerdote Juan Viroche se haya suicidado. A su vez, una sobrina del cura dijo que la familia está convencida que fue un crimen.

El arzobispo argentino y canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de Ciencias Sociales, Marcelo Sánchez Sorondo, se refirió a la muerte del cura tucumano Juan Viroche luego de denunciar al narcotráfico: "Yo creo que lo que dijo el padre Pepe es la verdad, y que lo asesinaron; había anticipos y amenazas que se ejecutaron".

Muy cercano al Papa Francisco, Sánchez Sorondo no le esquivó a la consulta que le hicieron esta mañana en radio La Red (Luis Novaresio) respecto a la muerte del cura Juan Viroche, quien apareció ahorcado en una parroquia tucumana tras denunciar el avance del narcotráfico en esa provincia y recibir amenazas de muerte.

Sánchez Sorondo tómo como referencia los dichos que había expresado el viernes el presbítero José María “Pepe” Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, consideró que Viroche "fue víctima de la mafia”.

“Más allá de la autopsia y de las distintas opiniones, nosotros sabemos que las mafias son mafias. Y las mafias pueden matar o pueden muchas veces acorralar, estar sometiendo mentalmente a través de presiones a cualquier persona, lo hemos comprobado en muchos casos”, advirtió el padre "Pepe" tras la misa en memoria del sacerdote tucumano celebrada ayer en el santuario de San Cayetano de Liniers.

Mientras tanto, en Tucumán la conmoción sigue y el tema no está para nada cerrado. Familiares del sacerdote Juan Viroche aseguraron que "no comparten la hipótesis del suicidio" como fue planteada por el fiscal que lleva adelante la investigación porque si bien "estaba preocupado por las amenazas que recibía, tenía proyectos, amaba la vida y amaba a Dios".

"El no se mató", afirmó una sobrina de Viroche, quien pidió que se reserve su nombre y ofició de vocera de la familia del sacerdote que fue encontrado muerto el miércoles pasado en la iglesia de La Florida y cuyo caso movilizó a los vecinos de la zona este de la provincia ya que se había dedicado a denunciar públicamente a grupos narcos.

"Nuestra intención era no decir nada pero en las últimas horas sentimos la necesidad de dar nuestra opinión sobre lo que había pasado", quien lamentó el acecho de la prensa que "nos llama a toda hora y tienen cámaras que nos esperan en la esquina de la casa".

Desde el principio de la investigación, se manejó la posibilidad de que la muerte del padre de La Florida fuera un suicidio, hipótesis creció luego de que hicieran la reconstrucción de los hechos, el viernes a la noche.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que Viroche estaba solo cuando murió, aunque no descartaban que alguien lo hubiera inducido a tomar esa decisión.

En un primer momento el abogado de la familia, José del Río, se inclinó por la posibilidad del suicidio pero eso no fue avalado por los allegados del sacerdote, quienes sostienen que "es imposible que él hubiera hecho eso".

"No creemos de ninguna manera en la hipótesis del suicidio porque si bien estaba preocupado por las amenazas que recibía,mi tío tenía proyectos por delante, él amaba la vida y amaba a Dios", afirmó la mujer a medios locales.

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