El Papa valora el andar fraterno de la Confraternidad Judeo Musulmana

El Papa valora el andar fraterno de la Confraternidad Judeo Musulmana

“Ese es el camino, hacer cosas juntos, no discutiendo”, dijo Francisco al recibir a Miguel Steuermann, director de Radio Jai, y al imán Marwan Gill, presidente de la comunidad Ahjmadia. Fueron acompañados por el rabino Saúl Bonino y el imán Atal Tariq.

El Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a los fundadores de la Confraternidad Judeo Musulmana: Miguel Steuermann, director de Radio Jai, y al imán Marwan Gill, presidente de la comunidad Ahjmadia, destacando su tarea interreligiosa al servicio del diálogo, la fraternidad y la cultura del encuentro.

Los fundadores de la institución estuvieron acompañados del rabino ortodoxo Saúl Bonino, de la comunidad Jafetz Jaim y el imán Atal Tariq, referente de los Ahjmadia en Italia.

El pontífice bendijo lo que consideró una “necesaria iniciativa de diálogo y encuentro” en el contexto de un mundo donde los hombres no hemos dejado de pelear como Caín y Abel.

Asimismo, manifestó su enorme dolor y preocupación por la guerra que se está desarrollando en Europa, justamente cuando parece que finalmente la humanidad deja atrás la pandemia del Covid 19.

“Nos debería haber enseñado y sensibilizado a la comprensión que todos somos parte de un único barco y una única humanidad”, expresó.

En una extensa y cálida audiencia que duró bastante más de media hora, los visitantes le contaron a Francisco cómo la iniciativa surgió desde el programa de Radio Shalom-Salam, diálogo judeo-musulmán, que desde hace más un año y medio sale al aire cada domingo, y cómo desde ese espacio motorizaron actividades conjuntas solidarias para la sociedad en su conjunto. 

“Ese es el camino, hacer cosas juntos, no discutiendo”, destacó el Papa, al recordar que su encíclica Fratelli tutti nació como como una continuación del histórico documento Sulla, sobre la fraternidad humana, por la paz mundial y la convivencia en común, que redactara con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb en Abu Dhabi.

“Tuvimos una reunión muy protocolar, cuando concluíamos le pregunté que tenía que hacer luego y lo invité para que almorzáramos juntos, de ese almuerzo se comenzó a gestar la amistad y el documento”, contó el pontífice.

En este sentido el Papa consideró muy oportuna la visión de la confraternidad, en relación con su transversalidad, dado que está integrada por personas de ambas confesiones y no por instituciones.

Steuermann enfatizó que “no hay comisiones directivas, no hay instituciones, no hay jerarquías, sino judíos y musulmanes con valores y una visión compartida”.

Marwan Gill, que traía una misiva personal del Jalifa Su santidad Masroor resaltó el postulado de la comunidad Ahjmadia: “Amor para todos, odio para nadie” y la cita en común entre ambas religiones que señalan que “el que salva una vida salva la humanidad y el que destruye una vida destruye la humanidad”.

Entre las múltiples enseñanzas, Francisco señaló “que no hay que creérsela” y que cada religión debe luchar contra aquellos extremistas que en su nombre la profanan.

Por su parte, el rabino Bonino le comentó al Papa de su tarea como capellán de cárceles, donde la colaboración religiosa se torna indispensable. El Papa, que tiene una particular sensibilidad con los reclusos, comentó que cada domingo llama a una cárcel para hablar con ellos. Es recordada su visita a un centro penitenciario en Roma donde realizó el habitual lavado de los pies a encarcelados en la víspera de una Pascua.

Consultados los visitantes sobre la reunión señalaron que fue particularmente distendida, que encontraron a un Papa sumamente jovial, informado de absolutamente todo, con su habitual buen humor y preocupado por el mundo y una Argentina que no logra salir de sus peleas y confrontaciones.

En este sentido, Francisco afirmó que las religiones bien entendidas, desde una genuina espiritualidad y respeto por el individuo, no son el problema sino parte de la solución.

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