El nuevo organismo de cinco miembros, llamado Comisión para Cuestiones Reservadas, está encargado de supervisar las transacciones exentas de la nueva ley sobre licitación pública promulgada por Francisco el 1 de junio, informa el National Catholic Register. Bajo la presidencia de Farrell estará como secretario de la comisión el arzobispo Filippo Iannone, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos. Figuran también el presidente de la APSA, el obispo Nunzio Galantino, el prefecto de la Secretaría para la Economía, el padre jesuita Juan A. Guerrero, y el secretario general del Gobernatorato, el obispo Fernando Vergez Alzaga.

Su objeto se centra en el control de aquellas transacciones que, sobre todo por cuestiones de seguridad, no están sujetas a las nuevas normas contra la corrupción aprobadas por Francisco.

Estas normas estipulan que la licitación de contratos públicos vaticanos pasen por la APSA y el Gobernatorato, que deben hacer pública la información sobre dichas transacciones, incluyendo los plazos.

Pero hay cuestiones financieras que tocan el llamado ‘secreto pontificio’, y por ello quedan fuera de la normativa general. También están exentos los contratos financiados por organizaciones internacionales, los contratos imprescindibles para cumplir las obligaciones internacionales y los que se refieran a la oficina y seguridad de Su Santidad, la Santa Sede y la Iglesia Universal. Esos son los contratos que deberá supervisar la nueva comisión presidida por Farrell.