El placer de comer sirve para mantenerse saludable, al igual que el placer sexual sirve para que el amor sea más hermoso y garantizar la continuidad de la especie». Así se ha referido el papa Francisco en un libro de entrevistas publicado el pasado miércoles 9 de septiembre del 2020 en Italia.

“La Iglesia ha condenado el placer inhumano, bruto, vulgar, pero en cambio siempre ha aceptado el placer humano, sobrio, moral”, considera el Papa argentino a preguntas de Carlo Petrini, escritor y gastrónomo italiano.

El Sumo Pontífice reconoce que antes, la Iglesia Católica, en una ‘interpretación incorrecta del cristianismo’, negaba estos placeres. “El placer viene directamente de Dios, no es católico, ni cristiano, ni nada por el estilo, es simplemente divino”, sostiene.

“El placer de comer sirve para mantenerse en buen estado de salud, de la misma manera que el placer sexual sirve para que el amor sea más bello y garantizar la continuidad de la especie”.

El Papa también se refirió a la película ‘La fiesta de Babette’ de 1987 que recrea una particular celebración del siglo XIX. Se centra en la historia de una cocinera francesa que huye de la guerra en su país y se exilia en Dinamarca. La mujer que es bien recibida realiza una gran banquete para agradecer la hospitalidad. Sobre esta cinta Francisco ha comentado que se trataba de «un himno a la caridad cristiana, al amor».