El papa Francisco instó a denunciar los abusos sexuales. El llamado papal refuerza el llamado hecho desde el Vaticano, en julio de 2020,  cuando se publicó el «Vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos”. 

El Papa indicó que estamos “retados a mirar de frente este conflicto, asumirlo y sufrirlo junto a las víctimas, sus familiares y la comunidad toda para encontrar caminos que nos hagan decir: nunca más a la cultura del abuso”.

Así, escribió, citando el Evangelio de Mateo en el prefacio que firmó para un libro titulado «Teología y prevención«, un estudio teológico interdisciplinario sobre la prevención del abuso en la Iglesia, coordinado por el Consejo Latinoamericano del Centro Interdisciplinario de Investigación y Capacitación para la Protección del Menor (CEPROME) de la Universidad Pontificia de México, socia del Centro para la Protección de Menores de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. 

Francisco advierte que esta realidad “nos reclama trabajar en la concientización, prevención y promoción de la cultura del cuidado y la protección en nuestras comunidades y en la sociedad en general para que ninguna persona vea vulnerada o maltratada su integridad y dignidad. Luchar contra los abusos, es “propiciar y potenciar comunidades capaces de velar y anunciar que toda vida merece ser respetada y valorada; especialmente la de los más indefensos que no cuentan con los recursos para hacer sentir su voz”.

«La necesaria denuncia debe ir siempre acompañada de un anuncio que nos hará bien a todos escuchar», afirma el Papa, en la presentación del libro que reúne varios artículos firmados por psicólogos, sacerdotes, especialistas que, desde el punto de vista teológico, invitan a profundizar «este doloroso mal de los abusos sexuales en nuestra Iglesia católica”, concluyó.

Precisamente, en julio pasado, el Papa autorizó la publicación del documento «Vos estis lux mundi” de la Congregación para la Doctrina de la Fe que promueve nuevas normas para toda la Iglesia contra los abusos y para acabar con los encubrimientos. 

El motu proprio de Francisco estableció nuevos procedimientos para denunciar el acoso y la violencia, y asegurar que los obispos y los superiores religiosos sean responsables de sus acciones. Asimismo, se obliga a los clérigos y religiosos de denunciar los abusos. Cada diócesis deberá tener un sistema que sea fácilmente accesible al público para recibir informes o denuncias.