El Papa, a los católicos en Tierra Santa: 'No están solos'

El Papa, a los católicos en Tierra Santa: 'No están solos'

En una carta por la Pascua, Francisco les expresa su cercanía espiritual y su afecto paternal, al tiempo que anima a los cristianos de todo el mundo a ofrecer apoyo concreto y oraciones por la paz.

 

El Papa Francisco les escribió una carta a los católicos de Tierra Santa, asegurándoles que están diariamente en sus pensamientos y oraciones.

“Los abrazo a todos ustedes, en la variedad de sus ritos, queridos fieles católicos que viven en Tierra Santa”, escribe el pontífice, y añade: “Abrazo en particular a los más afectados por la tragedia sin sentido de la guerra: los niños a los que se les ha robado su futuro, los que están afligidos y doloridos, y todos los que se encuentran presa de la angustia y la consternación”.

En su carta, publicada hoy por la Santa Sede, el Santo Padre reconoce el significado especial de la Pascua para quienes viven en los lugares santificados por la vida, muerte y resurrección de Jesús.

Reconociendo el deseo de los cristianos de permanecer en las tierras en las que han habitado durante siglos, el pontífice dice que es bueno que permanezcan y les agradece su fe, caridad y esperanza.

El Papa continúa recordando su propia peregrinación a Tierra Santa en 2014, y repite las palabras de san Pablo VI, quien advirtió sobre la “constante y terrible amenaza” a la paz, la seguridad y a los valores humanos, como consecuencia de las continuas tensiones en el Medio Oriente.

El Sucesor de Pedro destaca el papel de los cristianos en Medio Oriente en cuanto a la protección de los “lugares de nuestra salvación”, así como su “testimonio perdurable, a través de sus sufrimientos, del misterio de la Pasión del Señor”. “Por su capacidad de levantarse nuevamente y seguir adelante”, escribe, “han proclamado y continúan proclamando que el Señor crucificado resucitó de entre los muertos”.

 

 

El Papa continúa compartiendo la oración que ofrece para rezar por y con los cristianos de Tierra Santa:

Señor, tú eres nuestra paz.

Tú que proclamaste bienaventurados a los pacificadores: 

libera los corazones humanos del odio, 

de la violencia y del espíritu de venganza. 

Miramos a tu ejemplo y te seguimos a ti, 

que eres misericordioso, manso y humilde de corazón.

Que nadie robe a nuestros corazones la esperanza de resucitar contigo. 

Que nunca nos cansemos de defender la dignidad de cada hombre, mujer y niño, 

sin distinción de religión, etnia o nacionalidad, 

comenzando por los más vulnerables entre nosotros: 

las mujeres, los ancianos, los niños y los pobres.

Asegurándoles una vez más que no están solos, el Papa promete que la Iglesia universal demostrará solidaridad a través de la “oración y la caridad práctica”.

"Pronto esperamos volver a estar entre ustedes como peregrinos, acercarnos a ustedes, abrazarlos y partir juntos el pan de la fraternidad, y contemplar los tiernos brotes de esperanza que brotan de las semillas que están sembrando con dolor y alimentando con paciencia", afirma.

Luego, después de agradecer a los “obispos, sacerdotes y religiosos” por su trabajo entre el pueblo, el Santo Padre reza para que, “en el crisol del sufrimiento, el oro precioso de la unidad sea purificado y resplandezca” entre los católicos y entre los demás cristianos, a quienes expresa su “cercanía espiritual y su aliento” y les asegura su oración.

Al concluir su carta, el Papa Francisco invoca sobre los católicos de Tierra Santa la protección de la Santísima Virgen María, “hija de su Tierra”. Y pide a los cristianos de todo el mundo “que manifiesten su apoyo concreto a ustedes y oren incansablemente, para que todos los pueblos de su amada tierra puedan vivir por fin en paz”.

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