Orgullosamente adoptado

Orgullosamente adoptado

Por Víctor Gabriel Balseiro

 

A fines del mes de febrero de 2018 lo escucho al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, habilitando la posibilidad de presentar un proyecto sobre la legalización del ABORTO. Lo primero que dije fue: – eso, aquí ,¡¡¡no!!! Así de simple, como diciendo ¿En mi país? Donde se defendió la Vida, toda la vida…

Y así empezó el mes de Marzo; a medida que pasaban los días el tema iba creciendo en las noticias y ya se hablaba de la Marcha por la Vida, justo para el domingo 25, Domingo de Ramos…. Recuerdo el audio de WhatsApp que aún conservo en el que me decían… “¿Te animás a ser el Locutor de la Marcha por la Vida?”… Ése segundo fue eterno ¡Obvio que me animo! Faltaba una semana, y entonces las noches se convirtieron en momentos de reflexión, buscando ideas que sean atractivas para saber qué decir frente a tanta gente….

¡Y amaneció hermoso ese Domingo de Ramos!¡Lo tengo tan presente! Yendo a la “Plaza de la Vida”, con el fotógrafo Enrique Cangas, avanzamos por Salguero. Llegando a Figueroa Alcorta doblamos a la izquierda, y nos dimos cuenta de que era para el otro lado; retomamos y volvimos por Libertador. Y, ahí, Dios me dio la primera muestra de lo que sería esa tarde, cuadras y cuadras de familias enteras marchando, cantando, agitando banderas, nuestra bandera.

 

Subí al escenario, ya estaba el lugar casi lleno y les dije:- “Hagan lugar porque están llegando 20 cuadras de invitados a esta Fiesta por la Vida”… Hubo testimonios de vida que llegaron al alma, mientras escuchaba y era testigo de honor, pudiendo abrazar a cada una de esas almas, con una historia de vida única y particular…

Y ahí sentí la necesidad de decirles a esas mujeres que veía desde la altura, que dos como ellas se habían jugado la vida por mí hacía casi 50 años, la que me tuvo en su panza con 16 añitos, que seguramente no le habrían faltado ofertas para abortar, y que aún no sé su nombre; y también  estaba Leonor, ese ángel que iba a comprar un perro para sus hijos adolescentes y les llevó  un hermanito de 6 días de vida envuelto en una mantita verde,  (no puedo imaginar la cara de ellos cuando llegué a sus vidas)…. Y entonces fue la ovación de las 50.000 almas que estaban ahí.

Volví a casa pensando, ésa es mi historia, la que me tocó pero tengo que ordenarla y contarla, cuanta más gente la escuche, más valorarán la vida, miré al cielo y dije, ¡¡¡Entendido!!!

Fueron meses de juntarnos, de conocer gente increíble que rápidamente se convirtieron en amigos, pensaba: Dios, no doy abasto de ver tantos regalos de vida, hasta que llegó ese 13 de Junio donde el cachetazo fue tremendo y dolió tanto que esa mañana hubo lágrimas. Ese 129 a 125 fue doloroso, pero ese dolor duró medio día, a la tarde ya comenzábamos a pensar en el 8 de agosto y a rezar por cada Senador de la Nación.

Y así fue, compartimos reuniones, desayunos,  juntadas a la tarde, planificábamos por dónde ir, aprendimos de los errores… Hasta esa mañana tan fría del miércoles 8 de Agosto, nublada, en la Plaza de los dos Congresos. Tarde de llovizna, noche de lluvia sin parar, la plaza embarradísima, pero nadie se movía. En la Carpa de Prensa, me dediqué a entrevistar diputados que habían votado en contra del proyecto para gente increíble como los chicos de Faro Films; con todos los medios de comunicación  en contra,  estábamos haciendo pensar a muchos, sentir eso nos daba un empuje único.

Y esa madrugada, que será inolvidable, del ya jueves 9 de agosto, donde , tras 16 horas de debate fue el 38 a 31 y ya todos saben cómo siguió …

Me desperté de ese sueño larguísimo que luchó y luchó por no convertirse en pesadilla y entonces empezaron los llamados:- queremos que vengas a contar tu historia…

Soy Víctor Balseiro, el hijo de Leonor y Juan Antonio, y a pesar de que se fueron hace muchos años, en el 2018 me demostraron que nuestra Argentina desde hace 50 años, ya cuidaba las 2 vidas y consciente de que aún no sé ni nombre de la mujer que con solo 16 años, tuvo la valentía y el coraje de darme en adopción, a veces miro al cielo y me pregunto….

¿De qué planeta viniste?…

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