Al concluir su 116.ª Asamblea Plenaria, emitieron un comunicado en el que animan a tomar la “opción por la vida, la unidad, la verdad y el bien” para avanzar en la construcción de una nación en paz, ante la compleja situación que vive el país.
Al concluir su 116.ª Asamblea Plenaria, los obispos de Colombia emitieron un comunicado en el que animan a tomar la “opción por la vida, la unidad, la verdad y el bien” para avanzar en la construcción de una nación en paz, ante la compleja situación que vive el país.
Luego de una semana de escucha, diálogo y discernimiento, los prelados consideran que hay un urgente y apremiante desafío en el que trabajar: el “fortalecimiento y el cuidado de nuestra democracia e institucionalidad”.
Señalan además que, para lograr este objetivo, se debe reconocer y respetar la independencia de los distintos poderes del Estado. De lo contario, aseguran, se estaría expuesto a “transitar los dolorosos y estériles caminos del odio y la violencia”.
“Sólo así avanzaremos en la construcción de un proyecto común de país, que inspire las necesarias reformas que se proyectan y se han de realizar en un escenario de valoración de los logros ya alcanzados y de propuesta de los cambios requeridos, en un ambiente de diálogo, consenso y acuerdos con todos los sectores sociales, a nivel nacional y territorial”, describen.
Problemas que preocupan a la Iglesia
La situación económica, la vida política, las crisis sociales, culturales y ambientales, y con la construcción de la paz en el país, fueron también otros de los aspectos de análisis por parte de los prelados, que manifestaron su preocupación y aseguraron que estas problemáticas deben ser resueltas con urgencia.
Frente a este panorama, los obispos piden a los colombianos “avanzar unidos en el diálogo y crear espacios de negociación transparente, sincera y paciente”. Para ello, sugieren algunos caminos que pueden conducir al fortalecimiento de la esperanza en el país, tales como dar prioridad al respeto a la vida y dignidad de la persona, rechazar toda forma de violencia, fortalecer la democracia y el respeto de la institucionalidad, un proyecto educativo que afirme la centralidad de la persona humana y forme integralmente y un diálogo transparente fundado en la búsqueda de la verdad.
La presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia informa, además, que envió una carta al presidente de la Corte Suprema de Justicia, expresando su “cercanía y apoyo a todos los magistrados en estos momentos críticos”. En la misiva, destacan la importancia de actuar con serenidad y magnanimidad para garantizar el bien común y la salvaguarda de la institucionalidad.
Un llamado a la cordura y a la unidad
Como lo manifestaron al inicio de la Asamblea, el episcopado colombiano estará dispuesto a ofrecerse como facilitadores, para acompañar un diálogo y concertación entre los distintos líderes del país.
Al concluir su mensaje, hacen un llamado al pueblo colombiano para que mantenga la cordura y la unidad; a los gobernantes, responsables de las instituciones del Estado y líderes sociales, a superar visiones particularistas; y a todas las personas y grupos que ven en la violencia un camino de reivindicación, a “salir de este círculo perverso que, como históricamente hemos comprobado, sólo engendra muerte y destrucción”.
Comentá la nota