El plenario se desarrollará hasta el sábado en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, y comenzará con un intercambio pastoral sobre la realidad socio-político del país, en el que los prelados comparten las inquietudes que perciben en sus comunidades y deciden si se pronuncian al término de las deliberaciones.

Fuentes eclesiásticas dijeron que es “poco probable” que haya un documento sobre las elecciones, porque la comisión permanente del Episcopado lo hizo en marzo, aunque no descartaron una declaración sobre otros temas de la coyuntura nacional que “preocupan”.

En ese último pronunciamiento, la Iglesia pidió que el cambio de gobierno en diciembre no signifique una crisis sino una “alternativa normal” de la vida democrática, reclamó a los candidatos que ofrezcan sus propuestas electorales sin incurrir en agresiones y subrayó como prioridades la superación de la marginación y la pobreza extrema, la desnutrición infantil, la generación de fuentes de trabajo, y la lucha contra el narcotráfico y toda forma de corrupción.

La formación de los futuros sacerdotes, la vida consagrada, las conclusiones de la consulta preparatoria para el Sínodo de la Familia, la organización del Congreso Eucarístico Nacional 2016, serán algunos de los temas que abordará el plenario episcopal desde mañana y hasta el sábado.