El obispo de Posadas llama a los cristianos a ser artesanos de la paz

El obispo de Posadas llama a los cristianos a ser artesanos de la paz

Mons. Juan Martínez afirmó que la oración por la paz debe ser constante y acompañada por un esfuerzo cotidiano por construirla. "Todos, y más aún los bautizados, tenemos esta hermosa misión", sostuvo.

 

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, recordó que “Jesús es el Príncipe de la paz”, por lo que “en Él descubrimos la altísima vocación de todo cristiano a trabajar incansablemente por la paz”. 

“Tenemos que entender que la paz que nos propone Jesús se aleja de la falsa paz de la indiferencia del mundo y, por el contrario, es fruto de una lucha constante contra el mal”, diferenció en su reflexión semanal.

“La pandemia que hemos padecido parecía traer consigo la renovada enseñanza de que solos no podemos, de que el ‘sálvese quien pueda’ no funciona, porque ‘estamos todos en la misma barca’. Y, sin embargo, la palabra guerra se hizo nuevamente actual y todavía nos llegan noticias del sufrimiento del pueblo ucraniano. Y la violencia y el odio siguen apareciendo en muchos rincones del planeta. Necesitamos la paz”, sostuvo.

El prelado posadeño consideró que la oración por la paz debe ser constante y que junto con ella “debe estar el esfuerzo cotidiano por construir esa paz tan necesaria”.

 

 

“La paz no es solo resultado de los acuerdos internacionales, sino que hay una responsabilidad personal que todos debemos asumir. Todos, y más aún los bautizados, tenemos la hermosa misión de ser ‘artesanos de la paz’”, insistió.

Monseñor Martínez afirmó que sí los cristianos quieren seguir a Jesús el Señor, y ser verdaderos discípulos y misioneros suyos deben comprometernos con la realidad, y reconoció: “Esto probablemente signifique salir de nuestras zonas de confort y someternos a incomprensiones y cruces”.

“Pero tenemos siempre la certeza pascual del amor de Dios que nos acompaña y nos da las fuerzas que necesitamos para convertirnos en ‘instrumentos de su paz’, según la conocida expresión de san Francisco de Asís. No de una paz inconsistente y aparente, sino real, buscada con valentía y tenacidad en el esfuerzo diario por vencer el mal con el bien”, concluyó.

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