El obispo Mestre encabezó la cuadragésima Marcha de la Esperanza en Balcarce

El obispo Mestre encabezó la cuadragésima Marcha de la Esperanza en Balcarce

Gabriel Mestre encabezó la peregrinación con gran cantidad de fieles. Al final brindó una misa en el atrio de la Parroquia San José.

 El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, encabezó la cuadragésima edición de la Marcha de la Esperanza, donde una gran cantidad de fieles hizo la peregrinación desde distintas parroquias para terminar en la iglesia central con una misa.

Se trata de la expresión de fe popular alegre y festiva, donde llegando a fin de año, en el tiempo de Adviento que nos prepara para celebrar la Navidad, se presenta el desafío de “peregrinar juntos, como lo tenemos que hacer en la vida”, indicaron desde la organización.

Bajo el lema “40 años caminando con María” se llevó a cabo en la tarde de este domingo la actividad de la feligresía que va marcando el preámbulo de las acciones propias de la Navidad.

“Hoy es un día lindo y gozoso por poder compartir este momento con las dos parroquias. Es un momento histórico porque estamos cumpliendo cuarenta años con la Marcha de la Esperanza. A pesar de que el pronóstico no era muy bueno el tiempo resultó beneficioso”, expresó Mestre.

En diálogo con LA CAPITAL, Mestre indicó que este año el lema fue “Madre ruega por nosotros” en Mar del Plata y en Balcarce “40 años caminando con María”. “Es muy bueno ver cómo, tanto desde Santa María como San José (la parroquia matriz), a lo largo del tiempo fueron marcados por la experiencia de la fe, de Dios y la Virgen”.

El representante de la Iglesia reconoció que “en estos tiempos difíciles que estamos transitando no es poca cosa que la esperanza sea un eje vertebrador de la vida de la familia de cada comunidad”.

Mestre apuntó que el pedido a María del bien común, de parte de Dios, es un “lindo gesto” que enriquece a la comunidad católica y en general.

Esperanza

Mestre reflexionó sobre la importancia de llevar la fe en cada acto que tenemos y el sentimiento de ser argentinos. “En un camino tradicional de fe la Iglesia Católica tiene una devoción mariana muy fuerte que nos ayuda a atravesar los momentos difíciles. Como lo decía en la homilía, la fe nos ayuda a valorizar lo positivo como lo estamos haciendo en este tránsito del Mundial de Fútbol pero tenemos que ver cómo lo hacemos en otros ámbitos de la vida”, indicó.

En tanto, dio a conocer su deseo de que “la fraternidad y la alegría de ser argentinos no quede sólo en el mundial sino que lo podamos llevar a la vida de familia, el trabajo, el estudio y el barrio. Esperemos que el espíritu de solucionar las dificultades que aparecen a lo largo de la vida lo tengamos en acción diaria”.

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