Obama, el Papa y un intercambio de elogios que fortalece la cruzada medioambiental

Obama, el Papa y un intercambio de elogios que fortalece la cruzada medioambiental

Al lanzar su plan para reducir los gases de efecto invernadero, Obama apeló a Francisco, quien dijo detener el cambio climático "es una obligación moral". Y el diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, celebró el programa del presidente norteamericano

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó ayer su plan para reducir las emisiones de carbono de las termoeléctricas del país, con la advertencia de que el cambio climático es "la mayor amenaza de las futuras generaciones" y la certeza de la batalla judicial que prometen la oposición y sectores empresarios. Pero dijo, citándo al Papa Francisco, que la lucha contra este problema global es "una obligación moral".

La iniciativa de Obama suscitó la reacción favorable del Vaticano. Su periódico, L’Osservatore Romano, en una nota de portada, destacó la determinación del presidente norteamericano para lanzar el nuevo plan “en vista de la gran cumbre de la ONU (sobre medio ambiente) que se realizará en diciembre en Paris”. Precisamente, el Papa Francisco tiene cifradas grandes esperanzas en que esa cumbre arroje importantes acuerdos.

“La defensa del ambiente ha sido uno de los puntos fuertes de la acción de la administración norteamericana en estos últimos años, pero el camino de las reformas no será fácil, con desafíos legales de parte de las grandes empresas, y políticos de parte de los republicanos que controlan el Congreso”, sostiene el rotativo. Y agrega que “Obama corre el riesgo de perder el capital político acumulado hasta aquí”.

El periódico del Vaticano, que oficia de vocero oficioso, afirma que el plan de Obama conlleva “medidas que podrían llevar al cierre de centenares de centrales eléctricas a carbón y, al mismo tiempo, crear un fuerte aumento de la producción de energía limpia, a través de fuentes renovables como plantas eólicas o solares”.

Durante un acto en la Casa Blanca, Obama manifestó que “el cambio climático ya no es solamente sobre el futuro que predecimos para nuestros hijos y nietos. Es sobre la realidad que estamos viviendo cada día, ahora mismo".

El plan ecológico de Obama reprsenta un giro de 180° en la política de Estados Unidos, una de las pocas naciones del mundo que no adhirió al Procolo de Kyoto; el acuerdo climático mundial alcanzado a fines de los 90 contra los gases invernadero.

Pero con Obama se vislumbra un cambio, que empezó a advertirse con la publicación de Laudato Si, la encíclica papal sobre medio ambiente, crítica de las cumbres políticas que no logran instalar sus mandatos. "Palabra fuerte y valiente", dijo el presidente de EE.UU. sobre el trabajo de Francisco.

Ayer lo usó de ejemplo. Esto ocurre poco más de un mes de la llegada del Papa a los Estados Unidos, previo paso por Cuba, una visita que despierta especial interés.

 

El denominado "Plan de Energía Limpia" fue adelantado hace un año por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y, tras un periodo abierto a comentarios públicos, su versión definitiva plantea que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005.

La meta inicial era de una reducción del 30%, aumentada ahora al 32%. También se ha ampliado el plazo que tienen los estados, hasta 2022, para someterse a las nuevas directrices de la EPA.

En su discurso, Obama recordó que de esas plantas termoeléctricas procede "aproximadamente un tercio" de la contaminación total por carbono del país y remarcó que su plan es "el paso más importante" tomado jamás en Estados Unidos para combatir el cambio climático. Detalló, asimismo, que el gobierno federal dará a los estados "tiempo y flexibilidad" para cumplir con las nuevas normas.

"Solamente tenemos un hogar, un planeta. No hay un plan B", urgió Obama al admitir que ningún país puede hacer por sí solo lo suficiente para frenar el calentamiento global.

"No quiero que mis nietos no puedan nadar en Hawai o escalar una montaña y ver un glaciar porque no hicimos nada al respecto. No quiero que las vidas de millones de personas se vean afectadas y que este mundo sea más peligroso porque no hicimos nada. Eso sería vergonzoso", enfatizó.

El "Plan de Energía Limpia" complementa el objetivo general con el que Estados Unidos se ha comprometido ante la ONU con miras a la conferencia global sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en París. Esa meta, formalizada en marzo, consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de efecto invernadero, en total, no sólo las procedentes de centrales termoeléctricas, entre un 26% y un 28% respecto a los niveles de 2005.

Obama también afirmó que, como dejó claro el papa Francisco en su encíclica sobre el cambio climático, la lucha contra este problema global es "una obligación moral".

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