San Nicolás: Una multitud llega para la fiesta central de María del Rosario

San Nicolás: Una multitud llega para la fiesta central de María del Rosario

El santuario recibe a miles de devotos que llegan para honrarla, agradecerle y suplicarle en coincidencia con un nuevo aniversario de las apariciones de la Virgen. A media tarde será la procesión y la misa en "campito" presidida por el obispo local.

El santuario de Nuestra Señora del Rosario en la ciudad bonaerense de San Nicolás recibe por estas horas a miles de feligreses que llegan para honrarla, agradecerle y suplicarle en coincidencia con los festejos centrales, que se iniciaron a medianoche.

El obispo de San Nicolás de los Arroyos, Hugo Santiago, presidió la primera misa de la jornada que que se realiza bajo el lema “Madre tu presencia nos anima a caminar juntos”.

Peregrinos llegaron desde distintas localidades del país e incluso de Uruguay, Paraguay y Chile.

Las celebraciones religiosas generó filas de más de un kilómetro de espera para ingresar al enorme templo levantado en torno a "el campito" donde Gladys Quiroga de Motta tuvo contacto con la Virgen María.

Hay misa durante todo el día y para las 15 está prevista la procesión y celebración eucarística central presidida por el obispo Santiago. 

Miles de jóvenes que salieron a pie desde distintas provincias llegaron entrada la noche para participar de la peregrinación de antorchas desde la catedral de San Nicolás.

El acontecimiento mariano

En setiembre de 1983, la población nicoleña se conmocionó con la noticia de que en diversas casas de familias se iluminaban los rosarios, despertando el sentimiento religioso de unos y el escepticismo de otros.

Mientras esto se repetía, cada vez con mas frecuencia, congregando al rezo del santo rosario a multitud de vecinos, a una mujer sencilla, buena esposa y madre ejemplar, Gladys Quiroga de Motta, comienza a aparecérsele la Virgen, registrándose el 25 de setiembre de 1983, como la fecha en que por primera vez experimenta este suceso.

“Cerca tuyo quiero estar, el agua es una bendición. Soy la patrona de este lugar y me harán un santuario. Cumplid mi palabra”, le pidió la Virgen a la mujer en aquella primera aparición.

El mayor mérito de esta mujer consistió, quizás, en la discreta conducta observada, ya que nunca intentó cobrar notoriedad pese al extraordinario privilegio de haber sido destinataria de tal gracia.

Comienza así el fluido e ininterrumpido dialogo, donde la Reina del Cielo avala sus mensajes con citas bíblicas, cuya concordancia resultaría imposible explicar sin la intervención divina, por no contar la receptora con la mas elemental instrucción bíblica, exegética y teológica necesaria, para armonizar los textos de los mensajes con los de la Palabra de Dios, en forma tan exacta.

A partir de ese momento, Gladys -quien aún vive a 50 metros del santuario- se transformó en una suerte de mensajera de María y desde entonces una multitud viaja hasta la basílica de la Virgen del Rosario en la ciudad bonaerense de San Nicolás para agradecer y pedir.

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