Nadia Murad, la mujer que convenció al Papa Francisco de visitar Irak

Nadia Murad, la mujer que convenció al Papa Francisco de visitar Irak

En el avión donde viajaba de Bagdad a Roma el pasado lunes 8 de marzo, el papa Francisco reveló que la lectura del libro “Yo seré la última”, de la premio nobel de la paz yazidí Nadia Murad, le influyó enormemente en la decisión de visitar Irak. Había tenido dos encuentros con la escritora

 

“Para mí, esta fue la inspiración de Dios para tomar mi decisión”, declaró el papa Francisco el lunes 8 de marzo en relación al testimonio de la joven yazidí Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz 2018. Tras haberse reunido con ella con motivo de una audiencia general en la plaza de San Pedro en la primavera de 2017, el Pontífice argentino se lanzó en la lectura de Yo seré la última. En esta obra, Nadia Murad, superviviente de un cautiverio con Daesh, cuenta las peores atrocidades que sufrió durante meses. El 3 de agosto de 2014, los combatientes islamistas habían invadido su pequeño pueblo de Kocho, en el distrito de Sinjar, en el norte de Irak. Tras ser capturada, Nadia Murad fue torturada, violada y vendida como esclava sexual.

El papa Francisco, conmocionado

Tres años después de escapar de las garras de Daesh, su libro le abrió las puertas al Premio Nobel de la Paz, que recibió en octubre de 2018. Dos meses más tarde, Nadia Murad se reunía por segunda vez con el Pontífice, esta vez en audiencia privada, en el Vaticano. Su conversación conmocionó al Pontífice. Nadia Murad “vino a contarme cosas terribles”, recordó el papa Francisco el lunes 8 de marzo. “Os recomiendo que lo leáis”, comentó el Papa sobre el libro de Murad, aunque “en algunos puntos puede parecer un poco duro”, reconoció.

“Rezo y reflexiono mucho”

Además de la lectura de esta obra, el papa Francisco también confesó que, para extraer inspiración para escoger los destinos de sus visitas, cuenta también con las conversaciones con sus consejeros y, luego, rezando mucho. “Me hace bien escuchar, esto me ayuda a tomar decisiones más tarde. Escucho a los consejeros y al final rezo, reflexiono mucho, sobre algunos viajes reflexiono mucho”, explicó Su Santidad. “Entonces la decisión viene de dentro, de las entrañas, casi espontánea, pero como un fruto maduro”.

 

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