“Participé en la misa del sábado y en la última en las afueras de Asunción. Hace mucho que no vivía una misa tan importante y sentida parte por parte en cuanto a su palabra y homilía”, resaltó sumando su sorpresa por los coros y cómo estos cantaban con destreza.

“Me sentí como si fuera de la casa. Pude intercambiar comentarios con el Papa tanto en Caacupé como en la misa, después de ella. Se reunió con los cinco obispos argentinos que participamos”, declaró.

Sostuvo que los Obispo de Santa Fe, el de Iguazú, San Rafael, San Justo junto con él mismo, estuvieron breves minutos reunidos con el líder católico.

“Yo me tuteo con Francisco y le dijo que siempre rezamos por él. Yo me considero una amigo de Francisco, siento toda la confianza cuando charlo con él, le hablé y comenté que si llegase a venir a Argentina, ya que habla de las periferias, podrías acordarte de pasar por Formosa”, declaró.

“Le pedí al Papa que visite Formosa alguna vez. Me decían algunos feligreses que podría invitarlo pero lo importante es el mensaje”, dijo.

Respecto del mensaje para los líderes que dejó el Papa, Conejero sostuvo que se trata de una reunión con “la conversión del corazón” para poder escapar de los efectos “del maligno”.

“Vengó sereno y confirmado en la fe. Remarcó la fuerza que hace falta para evadir la corrupción”, dijo.

“Debemos aceptarnos y amarnos como hermanos. Frenar las ambiciones y condiciones que nos dividen, nos invita el Papa a dar un nuevo testimonio, de conversión, para entender el mensaje para uno mismo”, sostuvo.

“Hay maneras dictatoriales que someten al hombre y su corazón debe ser libre. No hay que ser burgués sino vivir en sencillez amando al otro”, remarcó.