Mons. Vérgez Alzaga, secretario del cardenal Pironio, visitó Nueve de Julio

Mons. Vérgez Alzaga, secretario del cardenal Pironio, visitó Nueve de Julio

Monseñor Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la gobernación de la ciudad del Vaticano y antiguo secretario particular del cardenal Pironio, visitó la diócesis de Nueve de Julio.

El obispo Fernando Vérgez Alzaga, quien durante 23 años fue secretario particular del cardenal Eduardo Pironio y actualmente se desempeña como presidente de la gobernación de la ciudad del Vaticano, estuvo en la Argentina durante la Semana Santa, y visitó la diócesis de Nueve de Julio, donde participó de varias actividades.

El prelado celebró el Triduo Pascual en la abadía Santa Escolástica de monjas benedictinas, en Victoria. Además, presidió la misa el lunes de Pascua en la basílica de Luján, donde está sepultado el cardenal Pironio, que contó con la presencia de un grupo de representantes de la Acción Católica Argentina, de la que el cardenal Pironio fue asesor nacional. Finalizada la misa, se acercaron junto con los fieles a orar ante la tumba del venerable siervo de Dios.

Monseñor Vérgez Alzaga dio una conferencia en el seminario Santo Cura de Ars, de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, donde Pironio fue formador, director espiritual y profesor, a la que asistieron el arzobispo anfitrión, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los formadores del seminario y los seminaristas de las tres diócesis que estudian allí: Mercedes, Bahía Blanca y Nueve de Julio. También se hizo presente un nutrido grupo de religiosas.

A última hora de la tarde del lunes, monseñor Vérgez visitó el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima, en Nueve de Julio, donde dictó una conferencia sobre la espiritualidad del cardenal argentino. 

En ese marco, recordó las veces que acompañó a Pironio al lugar para celebrar la misa en lo que era, por entonces, la parroquia de Fátima, elevada hoy a santuario diocesano. El cardenal, nativo de Nueve de Julio, fue portador de un cáliz -utilizado actualmente en las celebraciones- regalado por el papa san Juan Pablo II en los años ‘90, cuando era su párroco el padre Raúl Infanzón, su compañero en el seminario de La Plata.

Al dar la bienvenida y presentar al prelado proveniente del Vaticano, el obispo diocesano recordó los lazos afectivos que unían a Vérgez y a Pironio con Nueve de Julio, la tarea que actualmente desempeña el padre Fernando como presidente del Gobierno de la Ciudad del Vaticano y, sobre todo, la significación y relevancia del reciente reconocimiento de las virtudes heroicas y declaración como venerable del cardenal argentino.

Monseñor Vérgez comenzó su disertación recordando su última visita a Nueve de Julio, algunos hitos en la vida del cardenal, y citó su testamento, para luego detenerse en la lectura y glosa del Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos por el cual se reconocieron sus virtudes y se lo declaró Venerable. 

 

Luego, aludiendo a los actos celebrados en la Semana Santa y el Triduo Sagrado, afirmó, desde su conocimiento personal por haber servido durante tantos años al purpurado, que la suya fue una existencia auténticamente “pascual” porque supo asumir y sobrellevar las cruces de su vida transformándolas en alegre testimonio de amor y servicio a la Iglesia. 

Para ello hizo referencia a diferentes momentos de la vida, particularmente de su última enfermedad, tanto como al retiro predicado al Papa y la Curia romana en 1974 o pasajes de su Testamento espiritual.

Tras la disertación hubo un espacio para el diálogo. Al ser preguntado por el milagro que daría lugar a la beatificación, relató pormenorizadamente y con detalles el hecho mismo y el proceso de su constatación. Se trata de la curación de un bebé marplatense intoxicado, a quien se había diagnosticado muerte segura, atribuyéndose su curación a la intercesión de Pironio. Dicha curación fue certificada rigurosamente por diversas instancias científicas, según explicó monseñor Fernando, quien tuvo acceso a la documentación. 

También se escuchó el testimonio de un vecino de Dudignac, quien recordó su vivencia -y la toda la comunidad- con motivo de la visita del cardenal a dicha localidad para celebrar el cincuenta aniversario de su ordenación sacerdotal, en el año 1993. 

El padre Guillermo Gómez, párroco de la catedral Santo Domingo y rector del Santuario diocesano, agradeció la presencia de monseñor Vérgez Alzaga.

El martes de la Octava de Pascua, monseñor Vérgez presidió la celebración eucarística en el monasterio San José de las carmelitas descalzas en la ciudad de Nueve de Julio. Luego tuvo un encuentro con la comunidad de monjas, donde compartieron recuerdos y anécdotas.+

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