Mons. Lozano: 'Hay delitos que muestran hasta el horror el desprecio por la vida'

Mons. Lozano: 'Hay delitos que muestran hasta el horror el desprecio por la vida'

En el día en que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración contra la Trata, el arzobispo de San Juan denuncia la existencia de esta "realidad criminal que nos avergüenza como seres humanos".

Cada 8 de febrero, el Papa convoca a la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata, ese grave pecado contra la condición humana. Este año, el lema es “Caminando por la dignidad: escuchar, soñar, actuar”.

Al respecto, monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, denuncia que la trata de personas “es desarrollada por redes criminales que promueven la explotación laboral o sexual, la pornografía infantil, o la extracción forzosa e ilegítima de órganos”.

En un mensaje titulado “Trata de personas: el crimen organizado para despreciar la vida”, el prelado denuncia que “hay delitos que muestran hasta el horror el desprecio por la vida”.

“La trata de personas es una realidad criminal que nos avergüenza como seres humanos. Considerar a los semejantes como objetos transferibles y vendibles. según la anti-ley de la oferta y la demanda, es un atropello vil”, advierte.

El arzobispo de San Juan sostiene que, “cuando una persona puede ser comprada, ofrecida o alquilada como si fuera una mercancía, estamos ante un síntoma severo de descomposición social, que viola las enseñanzas de todas las tradiciones religiosas y lo expresado en diversas convenciones internacionales”.

“Es un drama muy serio que nos muestra la bajeza en que se consigue caer”, considera. Señala, además, que las víctimas suelen ser niños, adolescentes y jóvenes, y que cerca del 90% son mujeres.

A su vez, monseñor Lozano explica que “estos crímenes no son hechos casuales o aislados. Son el resultado de la operación de estructuras de pecado que se consolidan por medio de organizaciones facinerosas que tienen como finalidad la explotación de otros hermanos”.

 

 

“Estas mafias operan impunemente, por medio de sobornos o amenazas efectuados hacia quienes debieran controlar y hacer cumplir la ley. Generan dinero manchado de sangre inocente”, lamenta, y asegura que “corrupción e impunidad son las dos caras de una misma moneda, necesitada una de la otra”.

En ese sentido, señala el prelado, la película “Sonido de libertad” narra historias reales de miles de niños y adolescentes sometidos a redes de explotación sexual.

Y agregó: “Hay congregaciones religiosas que son el rostro de una Iglesia samaritana que se acerca con corazón de mamá y se inclina ante el sufrimiento enorme que no encuentra consuelo”. “Un espacio eclesial en red, integrado por las diversas vocaciones del Pueblo de Dios, varones y mujeres que muchas veces enfrentan amenazas y persecuciones”, detalló.

El mensaje de monseñor Lozano coincide con la memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, secuestrada cuando tenía entre 7 y 9 años, y obligada a caminar descalza casi 1.000 kilómetros. Fue luego vendida como esclava en 5 oportunidades, siempre torturada y maltratada, salvo con sus últimos dueños.

“Por el trauma que le ocasionó el secuestro y las torturas, olvidó su nombre, y los secuestradores la apodaron irónicamente 'bakhita', que en árabe significa ‘afortunada’”, detalla el arzobispo.

Prosiguiendo con el relato de su vida, explica que, “bautizada cerca de los 21 años, eligió llamarse Josefina ‘afortunada’ ('Bakhita'), ahora por elección propia. Cuando conoció la fe cristiana, se sintió y se supo amada por Jesús, que también fue azotado y torturado, y ahora la abraza a la derecha del Padre. Decía: ‘Dios me ama y me quiere feliz’. Tuvo la esperanza puesta en Jesús”.

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