Misa Arquidiocesana de Niños “Con Jesús…Cuidemos la Casa Común”

El sábado 17 de octubre de 2015 se llevó a cabo en el estadio Luna Park la tradicional Misa Arquidiocesana de Niños en su edición N° 28.

Presidió la celebración monseñor Ernesto Giobando SJ, vicario para la Pastoral de Niños, y concelebraron el obispo auxiliar y Vicario general de la arquidiócesis monseñor Joaquín Sucunza, monseñor Alejandro Giorgi ──obispo auxiliar y vicario de Belgrano── y monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar y vicario de Devoto.

Participaron también 30 seminaristas, 40 sacerdotes y 30 monaguillos.

Dieron testimonio las hermanas Annella y Gabriela de la congregación de San José que están a cargo del “Hogar Amparo Maternal y Jardín Brotecitos”, institución que recibirá lo recaudado en la colecta de esta misa.

“¿Qué vamos a hacer con la plata? ¡Chicle! La vamos a estirar y estirar para pagar los servicios, pañales, comida. Tenemos 65 personas a cargo entre mamás y sus hijitos”, señaló la hermana Annella.

“Pueden entrar a nuestra página web y conocernos más: www.hogaramparomaternal.com.ar”, detalló la hermana Gabriela.

El Hogar Amparo Maternal recibe a mamás en situación de calle con sus hijos.

El clima de alegría y fiesta que se vivió en el estadio fue contagioso. Como todos los años, los chicos participantes fueron muchos miles, quienes concurrieron acompañados de sus catequistas, dirigentes juveniles y también por sus familias.

La homilía de monseñor Giobando giró en torno al cuidado de la casa común y la responsabilidad de la familia humana en ese cuidado que abarca el gran arco de la vida, con sus historias personales enmarcadas en diversas situaciones sociales: 

“La naturaleza tiene leyes muy simples que debemos respetar; maltratar la naturaleza es maltratar el proyecto de Dios”. Y continuó citando al Papa Francisco: “En su última carta, el Papa nos pide cuidar la casa común (…) A ninguno de nosotros nos gusta vivir en la mugre o que esté todo tirado. (…) Lamentablemente el mundo no está cuidado. Hay toneladas de basura en las calles y en los suburbios. El Papa nos dice que lo peor de todo es que hay seres humanos ‘descartables’. (…) ¡Ningún niño es descartable! (…) ¡Ningún viejo es descartable! (…) Hoy en Argentina hay más de 15.000 niños y adolescentes que no tienen hogar familiar, que no viven con sus padres. Podríamos llenar dos veces este estadio. Hay instituciones del Estado que los cuidan, hay Hogares que los reciben, como el Amparo Maternal, Jesús Amigo, el Hogar de Cristo y tantos otros, hay familias que los adoptan, gracias a Dios que los pueden recibir. Pero también hay muchos niños y adolescentes que viven en las calles, que su alimento diario es la droga que consumen, y no nos podemos quedar indiferentes, hay que seguir cuidando entre todos nuestra casa común y en especial cuidar a los más pobres e indefensos”. (…)

Este año y con la técnica de teatro negro, la tan esperada animación con cabezudos gigantes fue posterior a la celebración eucarística y se abordó el tema del cuidado de la casa común. 

En este caso, los personajes centrales eran dos niños que, a través de un juego, destruyen todo su mundo. Solo les queda a salvo una Biblia en la que encuentran a un Noé que entra en la escena brindando un poco de esperanza.

Luego los niños reciben también la ayuda de unos individuos muy tecnológicos (zancudos de dos metros y medio, con luces propias incorporadas a su cuerpo) que los asisten en la tarea de reconstruir el mundo, respetando la naturaleza y a todos los seres vivos que conviven en el planeta.

Al finalizar este encuentro, los chicos de Buenos recibieron la bendición mientras entonaban “Virgen del Pueblo” en honor de la Madre de Luján.

Créditos foto: PRENSA VICARÍA EPISCOPAL DE NIÑOS

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