Miles de mujeres marcharon para exigir acuerdo de paz entre Israel y Palestina

Miles de mujeres marcharon para exigir acuerdo de paz entre Israel y Palestina

"Mujeres hacen la paz", organización que nació hace dos años tras el último conflicto entre Israel y Palestina, congregó ayer a alrededor de tres mil personas, según las fuerzas de seguridad israelíes presentes, el evento más multitudinario organizado desde su creación.

"No pararemos hasta que Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, se sienten en la mesa de negociaciones de nuevo, no sólo para hablar, sino para hacer algo", asegura Orna Ashkenazi, activista y miembro del comité de organización.

El último proceso negociador entre israelíes y palestinos fracasó por enésima vez en 2014, después de meses de conversaciones entre los bandos impulsadas por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Desde entonces, y a pesar de los esfuerzos intermitentes de la comunidad internacional, ha sido imposible reactivarlo.

El grupo partió del Tribunal Supremo, junto al Parlamento israelí, y pasó por el domicilio del presidente de Israel, Reuven Rivlin, hasta el acto de cierre frente a la residencia de Binyamin Netanyahu, en un itinerario colorido por una riada de asistentes que, entre música, aplausos y cánticos, no ocultaban la emoción por el éxito de la convocatoria.

La iniciativa comenzó el pasado 4 de octubre, cuando veinte mujeres salieron desde el norte del país en una marcha hacia Jerusalén a la que han ido sumándose simpatizantes.

Y ayer realizaron el último tramo del recorrido, donde aumentaron las voces que piden explícitamente la vuelta a las negociaciones de paz.

Shafilca Kadur, rodeada de decenas de mujeres ataviadas con el velo druso que habían llegado desde Daliyat Al Karmal, en Haifa, insistía en aglutinar religiones e identidades, que es a su vez el lema de la organización, donde se reivindican identidades israelíes, árabes israelíes, ideologías de derechas o de izquierdas o creencias cristianas, drusas, judías y musulmanas, además de laicos.

Yaacov Cohen justificaba su asistencia como hombre porque considera que es importante que ellos también se unan a la coalición y ayuden a la implicación política de la sociedad para solucionar de una vez por todas el conflicto.

"Aunque es un movimiento de mujeres, también se están identificando hombres. Parece que a lo largo de la historia las mujeres han jugado un rol importante en propiciar los cambios", recuerda Yael Fleischmen.

"Como hizo la activista liberiana y premio Nobel de la Paz 2011, Leymah Gbowee", que el martes asistió a la marcha junto a la frontera libanesa para pedir un acuerdo entre Israel y el Líbano, que siguen técnicamente en guerra.

Ayer, doscientas mujeres escucharon motivadas la experiencia de Gbowee, que ha apoyado abiertamente a esta coalición, que gana progresivamente visibilidad en Israel.

"Ha sido muy difícil organizar este evento y admiro que lo hayan conseguido a pesar de las críticas, los comentarios en las redes sociales y los insultos que reciben en la calle", se enorgullece Yael Fleischmen: "Esto es un acto de esperanza, pero están consiguiendo salir adelante".

Fuente: EFE

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