México: La Iglesia se encamina hacia el DOMUND 2020 con alegría

México: La Iglesia se encamina hacia el DOMUND 2020 con alegría

La Conferencia del Episcopado Mexicano invita al pueblo de Dios a disponer su creatividad y empeño en la difusión del Evangelio en los medios digitales y de comunicación, aprovechando el espacio que brinda el mundo de internet y sus redes sociales.

 

La Conferencia del Episcopado Mexicano invita al pueblo de Dios a disponer su creatividad y empeño en la difusión del Evangelio en los medios digitales y de comunicación, aprovechando el espacio que brinda el mundo de internet y sus redes sociales.

Desolación, miedo y confusión

El Presbítero Antonio de Jesús Mascorro Tristán, Director Nacional de las Obras Misionales en México, se dirige a sus hermanos y hermanas misioneros recordándoles que “después de haber transcurrido la mitad del año en un ambiente de desolación, miedo, confusión, y donde en todo el mundo se ha experimentado una situación de incertidumbre, de impotencia, de angustia y de tan lamentables decesos de vidas humanas”, como Obras Misionales Pontificio Episcopales están presentes “para transmitir a todos nuestros hermanos el mensaje más esperanzador que solamente viene de Cristo”.

Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente

Al descubierto tras la tormenta

Y recuerda que ante la falta de confianza el Señor Jesús pregunta por qué se tiene miedo, y si acaso no se tiene fe. A lo que agrega:

“La tormenta ha dejado al descubierto nuestras inseguridades e inmundicias. Nos hemos dado cuenta que, como humanidad, habíamos puesto nuestra confianza sólo en nuestras capacidades”

Por esta razón afirma: “La oportunidad de recomponer el camino está delante de nosotros, la fe nos da la maravillosa ocasión de responderle a Jesús y manifestar que podemos ser aquel misionero que reconoce la condición actual en la que se encuentran las personas reales, con sus límites, sus pecados, sus debilidades, y se hace débil con los débiles”.

¡Aquí estoy, envíame!

“¡Aquí estoy, envíame! Es el lema para el DOMUND 2020, y con estas palabras del profeta Isaías comenzamos este año el camino hacia la Jornada Mundial de las Misiones, a celebrarse el próximo 18 de octubre. El discípulo es aquel que ha sido llamado para escuchar atentamente y aprender del Maestro, para luego ser enviado y comunicar aquello que ha visto y ha experimentado en compañía del Señor”:

“Toda vocación implica un compromiso. El Señor nos llama porque quiere que tomemos las riendas de nuestra vida para ponerla al servicio del Evangelio, en los modos concretos y cotidianos que Él nos muestra”

“Toda vocación nace de la mirada amorosa de Dios”

También indica la necesidad, antes de dar la respuesta, de tener bien presente la voz Dios “para no confundir la misión con nuestros propios intereses, porque vamos en nombre de Él”. Y destaca que Dios los ha elegido y que la respuesta que den debe estar “en sintonía con la gratuidad del mensaje, porque toda vocación nace de la mirada amorosa con la que el Señor vino a nuestro encuentro, quizá justo cuando nuestra barca estaba siendo sacudida en medio de la tempestad”.

“La vocación, más que una elección nuestra, es respuesta a un llamado gratuito del Señor”

Así pues, se dirige a los estimados misioneros con la esperanza de que el camino hacia el DOMUND 2020 sea un momento de entrega apasionada, y llenos de alegría para anunciar a los hermanos que Jesús es el Señor.

“Pongámonos todos juntos en estado de misión: Ponerse en estado de misión es un efecto del agradecimiento, es la respuesta de quien, en función de su gratitud, se hace dócil al Espíritu Santo y, por tanto, es libre”

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