Mateada ecuménica: “Encontrarnos como hermanos en la fe”

Mateada ecuménica: “Encontrarnos como hermanos en la fe”

En el Centro Mariápolis de Alta Gracia un significativo encuentro ecuménico.

Hay cosas que no logramos imaginamos hasta que no las vivimos, como el sentirnos verdaderamente hermanos con personas de otras iglesias cristianas; en este caso con miembros de la Iglesia Metodista Argentina.

Preparando la Semana por la unidad el Pastor Frank de Nully Brown -ex obispo de su Iglesia algunos años atrás- se acercó a nosotros con la propuesta de vernos para hacer algo juntos por la paz. Nos reunimos dos veces en su despacho y de allí surgió la idea de “La mateada ecuménica”.

El motivo fue conocernos recíprocamente; era la primera vez que en Alta Gracia se daba algo así y había mucha expectativa de las dos partes.

Como miembros del Movimiento de los Focolares, nos contactamos previamente con los sacerdotes de nuestras Parroquias para hacer presente que este evento era un encuentro entre la Iglesia Metodística y la Iglesia Católica, de la cual nosotros éramos una pequeña representación.

Ese domingo, fue conmovedor ver llegar  grupos de personas, éramos más de 50, no sólo de Alta Gracia, también de otras ciudades cercanas, que con sus equipos de mate venían dispuestos a compartir con una gran sonrisa en sus rostros. No se distinguía quién era el anfitrión, si bien nos encontramos en nuestro Centro Mariápolis.

Empezamos con canciones y dinámicas para presentamos unos a otros. El Pastor presentó su Iglesia, su historia, sus convicciones más profundas y las múltiples acciones que están llevando a cabo para ayudar a los más necesitados. Luego nosotros en pocas pinceladas, presentamos nuestro carisma, contándoles como Chiara Lubich ya desde los años 60 comenzó este diálogo con hermanos de otras iglesias, con un video de pocos minutos les dimos uno de nuestros secretos “vivir y luego hablar” para llegar al que “Todos sean Uno”. Un matrimonio contó algunas experiencias de la vida en familia.

Luego entre mate y mate empezó a hacerse realidad el “ecumenismo de la vida”, como lo llamó Chiara. Un momento sin precedentes, de gran comunión, donde se contaron sus historias, se compartieron opiniones sobre la situación actual y se hicieron propuestas de cómo actuar juntos frente a las adversidades, siendo testimonios de Jesús que nos hace una única Familia.

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