Maradiaga: "En el pontificado de Francisco, la Palabra se hizo gesto"

Garachana: "Nadie se avergüenza de hablar de Dios, aunque algunos usen el nombre de Dios en vano"

(Luis Miguel Modino, enviado especial a Honduras).- Como ya es tradición en los meses de enero de los años pares, unos 45 sacerdotes diocesanos españoles, entre ellos los obispos de Formosa (Argentina),Monseñor José Vicente Conejero, y de Puyo (Ecuador), Rafael Cob, misioneros en América Latina, están reunidos durante esta semana en San Pedro Sula, Honduras. Los allí presentes forman parte de los casi 300 miembros de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal para Hispanoamérica) que actualmente trabajan en los diferentes países latinoamericanos.

Estos encuentros pretenden ser un momento de confraternización y reflexión sobre la realidad socio-eclesial latinoamericana, especialmente de los países donde bianualmente se llevan a cabo, aspectos destacados por Anastasio Gil, director de la OCSHA, también presente en la reunión. Para ayudar en este estudio se han hecho presentes el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, miembro del G9 y uno de los colaboradores más estrechos del Papa Francisco, así como los obispos de origen español, Monseñor Luis Solé y Monseñor Ángel Garachana, religioso paúl el primero y obispo de Trujillo, el primero, y claretiano y obispo de San Pedro Sula, el segundo.

La realidad social hondureña está especialmente marcada por la injerencia estadounidense, que pretende controlar política y económicamente al país centroamericano, realidad que se repite en varios países de la región. Partiendo de esta situación, Monseñor Solé ha hecho un análisis de la realidad social del país en el que ha mostrado cómo la mala administración pública y la corrupción institucionalizada han provocado en la gente una situación de desánimo que lleva a muchos a pensar que "aquí no se puede hacer nada".

El religioso paúl señalaba los problemas derivados de las empresas mineras, que destruyen el medio ambiente sin ningún escrúpulo, como uno de los problemas que la sociedad hondureña está enfrentando, mostrando que son los más pobres quienes sufren las consecuencias más graves.

Hablando a nivel continental, el cardenal Maradiaga ha constatado la falta de integración entre los diferentes países como uno de los problemas más patentes, unido a la manipulación de la información que se lleva a cabo en virtud de los intereses políticos y de los mercados, controlados o apoyados por las aristocracias y oligarquías locales. Esto provoca lo que él denomina "enfermedades pendientes", entre las que destaca el narconegocio, los grupos armados de limpieza social, la corrupción, la falta de equidad en el reparto de los bienes, el aumento del desempleo juvenil, la degradación de la democracia o la falta de preservación del medio ambiente.

A partir de esta ultima "enfermedad" el cardenal hondureño resaltaba la importancia de no dejar morir la Laudato Si y relataba brevemente alguno de los aspectos más significativos del pontificado de Francisco, en quien "la palabra se hizo gesto".

Monseñor Garachana destacó el sustrato religioso presente en la sociedad hondureña, reconociendo que en el país la religiosidad se siente en el ambiente, es algo visible, que no se esconde, pues nadie se avergüenza de hablar de Dios, aunque, en su opinión, algunos usen el nombre de Dios en vano. Al mismo tiempo señala que en los últimos años se han producido una serie de cambios culturales y sociales que han afectado a la religiosidad, provocando el crecimiento de la secularización de un lado y una religión basada en una experiencia psico-afectiva del otro, que fomenta la búsqueda de salvación, liberación, sanación y prosperidad, lo que sitúa a la Iglesia hondureña ante el desafío de buscar caminos que ayuden a una vivencia de la fe más comunitaria.

Desde esta perspectiva, el encuentro, que se prolongará hasta el próximo viernes, va a hacer posible que el trabajo misionero de los sacerdotes españoles en Latinoamérica pueda continuar ayudando a las diferentes diócesis en las que éstos y otros muchos, más de dos mil, trabajan o lo han hecho desde 1949.

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