El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, emitió una declaración en la que manifiesta su solidaridad con los familiares y amigos de un joven de Oberá que murió a causa del hostigamiento que recibía de una pandilla que le vendía droga. El prelado invitó a rezar por el eterno descanso del joven, la sanación de los adictos y la conversión de los narcotraficantes.
Conmocionado por la muerte de un adolescente víctima de una pandilla que vende droga en un barrio de la ciudad de Oberá, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, emitió una declaración en la que manifiesta su solidaridad con la familia y con los vecinos de la vecina diócesis e invita a rezar por el descanso del joven y la conversión de los narcotraficantes.
El comunicado de monseñor Martínez se refiere al deceso de Carmelo Sanfilippo, un adolescente adicto que murió luego de intentar ahorcarse a causa al hostigamiento que recibía de una pandilla que vende droga en un barrio conocido como Villa Kingreen.
“Monseñor Martínez invita a unirse en la oración por su eterno y feliz descanso junto a Dios y rezar por todas las víctimas de adicciones a las drogas en nuestra provincia, por la rehabilitación de nuestros hermanos adictos y por la conversión de todos aquellos que de un modo u otro son parte del criminal negocio del narcotráfico”, dice el comunicado firmado por el presbítero Alejandro Cañete, vicecanciller del obispado posadeño.
La Iglesia en Posadas invitó, junto con la diócesis de Oberá, a “tomar en serio este flagelo” y fortalecer la unidad de la familia y los valores humanos , porque "si no se pone en marcha un concreto trabajo para detener y aplicar la fuerza de la ley a quienes corrompen a nuestros niños y jóvenes, quedaremos atrapados en las redes de los mercaderes de la muerte, de lo cual será muy costoso y doloroso salir”.
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