Además, las notas serán trasladadas al Monte de los Olivos. Allí serán enterradas con textos religiosos que también deben ser enterrados, de acuerdo con The Jerusalem Post.

Mientras que, las notas colocadas en las grietas del Muro, se limpian dos veces al año. Primero, antes de Pésaj y luego, previo a Rosh Hashaná.

Las piedras del Muro de los Lamentos también se «vacunan»

«Este año, más que cualquier otro año en el pasado, recibimos decenas o cientos de miles de notas que vinieron de todo el mundo, que provenían tanto de judíos como de no judíos que no pudieron llegar aquí, el Muro de los Lamentos, debido a el coronavirus», dijo el rabino Shmuel Rabinowitz, autoridad religiosa encargada del sitio sagrado.

«En oración para que esta plaga termine y la plaza del Muro de los Lamentos esté como en el pasado, llena de devotos. Gente que viene aquí a llorar o rezar en el sitio de las puertas del cielo. Feliz y Kosher Pésaj».