“La defensa de la paz, la seguridad y la estabilidad solo puede ser eficaz y eficiente si se inmuniza fuertemente la mente de los individuos y la conciencia de las sociedades contra los discursos que glorifican la violencia en todas sus formas”. Con estas palabras, el presidente de la República Islámica de Mauritania, Mohammed Ould Ghazouani, inauguró la tercera conferencia africana por la paz, que se celebró del 17 al 19 de enero en Nuakchott, capital de Mauritania, pero también capital de la cultura islámica durante este año 2023. Esta edición post-Covid marcó el reencuentro de los líderes africanos liberados de sus mascarillas.

Bajo la égida de Abdallah Bin Bayyah, quien a través de su trabajo y su influencia se ha alzado durante décadas como uno de los principales líderes religiosos a escala mundial, el evento continental se tituló “¡Todos entren en la paz!”, una benévola invitación extraída de un verso del Corán (sura 2, verso 208) que parece acorde con el agradable clima estacional que vive la capital mauritana, en total contraste, sin embargo, con la situación del continente, y en particular del Sahel para que 2022 fue un año negro.

Sin embargo, la figura tutelar del sheij, apodado “el baobab” o identificado con un padre –identificación a menudo asumida por muchos de los oradores del foro–, parece crear un clima de confianza y esperanza. Comentando este verso, el sheij indica que “hace del concepto de paz una morada que nos aleja de los oscuros impulsos”.

El foro, frecuentado por ulemas y altos funcionarios internacionales, representantes de la ONU, académicos y diplomáticos, encarna la nueva reunión de un África cambiante.

En línea con el compromiso adquirido en 2022 con los participantes, los organizadores han desarrollado un premio para fomentar la paz en el continente africano. El laureado que inauguró el lanzamiento del Premio para la Promoción de la Paz en África es Muhammadu Buhari, presidente de Nigeria. El foro deseaba premiar sus cualidades de liderazgo. De hecho, apenas juró su cargo como presidente el 29 de mayo de 2021, dedicó su primera visita a sus dos países vecinos, Níger y Chad, para buscar allí apoyo en su lucha contra Boko Haram.

Ante los aplausos de un auditorio abarrotado, afirmó que hay que “luchar por la paz, no solo en África sino en todo el mundo para garantizar la prosperidad de todos”. Pero su primer enemigo regional es de hecho Boko Haram: “Con Níger, Camerún, Benin, debemos enfrentar este flagelo. Para detenerlo, es necesario el combate militar. Pero también debemos luchar para mejorar infraestructuras como la salud y la educación… Porque estos pequeños grupos reclutan principalmente a jóvenes. Tenemos la obligación de elevar el nivel de vida y educación de nuestros conciudadanos.”