La libertad religiosa en el mundo está en caída libre: los motivos

La libertad religiosa en el mundo está en caída libre: los motivos

Las cifras son difíciles de asimilar: 413 millones de cristianos viven en países donde la libertad religiosa está gravemente violada. Los regímenes autoritarios, el yihadismo y los desplazamientos masivos logran deteriorar el clima de tolerancia

Las cifras son difíciles de asimilar: 413 millones de cristianos viven en países donde la libertad religiosa está gravemente violada, y 220 millones de ellos están expuestos a la persecución. Ir a misa o, simplemente, santiguarse en público, conlleva penas de cárcel, tortura o incluso la muerte en 24 países de todo el planeta.

Los escalofriantes datos los arroja el Informe sobre Libertad Religiosa 2025 elaborado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN por sus siglas en inglés) que fue presentado este miércoles en todo el mundo y que enumera los diez motivos por los que la la libertad de credo «está en caída libre» en todo el planeta.

Los conflictos armados (Ucrania, Sudán, Myanmar o Gaza, entre otros) atentan directamente contra la libertad religiosa y suponen una amenaza para todas las religiones. «La objeción de conciencia también está en riesgo», alertan desde ACN.

Millones de personas huyen de sus hogares por la violencia y la falta de protección por la persecución religiosa. Es una de las principales causas de la actual crisis mundial de desplazamiento (por ejemplo, en Níger o Burkina Faso).

Los gobiernos autoritarios provocan una represión más profunda de las comunidades religiosas con legislaciones restrictivas y represión de las creencias disidentes. Según ACN, Hispanoamérica es la región más afectada por el auge del autoritarismo.

Sigue siendo uno de los principales impulsores de la persecución en todo el mundo. Desde el Sahel hasta el Cuerno de África y desde Pakistán hasta Filipinas, se expande y ataca más a cristianos y musulmanes moderados.

En países como India, Myanmar y Sri Lanka, las ideologías religiosas mayoritarias se utilizan como arma para obtener rédito político, lo que deriva en discurso de odio, violencia y marginación de las minorías religiosas.

En gobiernos débiles, como en Iberoamérica y el África subsahariana, los clérigos son secuestrados o asesinados y las organizaciones religiosas presionadas para que guarden silencio o sean cómplices de grupos criminales. Por esta causa, México entra en los países donde se discrimina por la fe.

Aumento significativo de ataques contra lugares y creyentes cristianos en democracias occidentales. Además, el derecho a la objeción de conciencia se enfrenta a crecientes restricciones por temas como el aborto y la eutanasia.

Las nuevas tecnologías se utilizan cada vez más para monitorear y penalizar la expresión religiosa. China, Pakistán y Corea del Norte han ampliado el uso de herramientas digitales para censurar y criminalizar a los creyentes.

Las mujeres de minorías religiosas sufren cada vez más la persecución por causa de su fe y enfrentan secuestros, conversiones forzosas y son obligadas a casarse (Pakistán, Egipto o Mozambique). Estos casos suelen quedar impunes.

A pesar de la escalada de amenazas, las comunidades religiosas siguen trabajando por la paz y la dignidad humana. Estas organizaciones son motor del diálogo interreligioso y de la defensa de los derechos humanos.

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