Khutba: el buen vivir

Khutba: el buen vivir

Las alabanzas sean para Allāh, creador, el que inicia y el que crea las formas. La ṣalāt de Allāh y su salām sea sobre aquel que abre, sobre aquel que sella, sobre aquel que mantiene el absoluto valor, y sea sobre sus gentes, y sea sus compañeros en la excelencia hasta el día del juicio.

 

As-salām 'alaykūm wa raḥmatullāh wa barakatuhu,

En la khutba de hoy hablaremos del buen vivir. Es en nuestros días, cuando se está produciendo una falta de convivencia y un olvido de cuáles son los objetivos de la vida. El islam nos invita al buen vivir, bajo la sunna de la sonrisa y la sunna del buen hacer. Vivir es un mandato coránico, hacerlo bien es ganar la excelencia (ihsān).

Este buen vivir es parte de la sumisión hacia Allāh t'ala, reconociendo su señorío (rubbubiyya). Él ha puesto el mundo para que se disfrute, pero también para que reconozca la diversidad, la pluralidad y sobre todo la respete.

Nuestro mundo sufre, pues hemos olvidado todo esto. Hemos olvidado el decreto que Allāh nos dictó y nos hemos entregado a lo fácil. Nos hemos entregado a nosotros mismos sin saber que nuestro objetivo deben ser antes los demás. Y esto nos sitúa en una posición muy comprometida pues Allāh t'ala nos dice en el Corán:

(70) PUES, EN VERDAD, hemos honrado a los hijos de Adán, y los hemos llevado por tierra y por mar, y les hemos dado sustento de las cosas buenas de la vida, y les hemos favorecido por encima de gran parte de Nuestra creación. (Corán 17:70)

Tenemos que ser conscientes que hemos sido muy favorecidos frente a toda la creación. Se nos favorece como la creación favorita de Allāh t'ala. Nuestra razón y nuestro corazón están detrás de todo esto. Estamos, claramente, bendecidos, pero a la vez se nos dan unas pautas de comportamiento. Un comportamiento que debe guiarnos y llevarnos a ser mejores con nosotros mismos, pero también con los demás. Así nos advierte el Corán de seguir la conducta del camino recto:

(15) Quien elija seguir el camino recto, lo sigue sólo en beneficio propio; y quien elija extraviarse, se extravía sólo en detrimento propio; y nadie habrá de soportar la carga de otro. Además, no castigamos a una comunidad por el mal que hayan hecho hasta haberles hecho llegar a un enviado. (16) Pero cuando esto se ha producido, y es voluntad Nuestra destruir a una comunidad, hacemos llegar Nuestra última advertencia a quienes de su gente se han entregado por completo a la búsqueda de los placeres; y si continúan actuando perversamente, se ejecuta la sentencia de destrucción dictada contra esa comunidad, y la hacemos añicos. (Corán 17: 15-16)

Pero no nos engañemos, seguir el camino recto no es ser puritano, oprimido o ser una persona sin corazón. La rigidez no es propia de un musulmán. Es más fácil, el islam es una creencia profundamente social que huye de lo que corrompe al individuo y la sociedad. Por eso, el Corán -en su infinita sabiduría- advierte que aquellos que solo se buscan a sí mismo recibirán un castigo, un castigo que puede llegar a borrar sus actos de la tierra. Palabras duras que muestran a lo que puede llegar el ser humano con su inconsciencia, negando al otro, negando el buen vivir.

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Más allá del llamado progreso, el verdadero progresar de la vida es ser consciente de que Allāh es lo último y nosotros debemos servirle. Le servimos de muchas formas y una de ellas es disfrutando la vida. En el islam no cabe la mortificación, ni el sufrimiento porque de Allāh es la provisión (rizq) y Él la da cuando quiere y como quiere. Y siempre es generoso con el que le sirve bien.

Progresamos no por los bienes materiales o la riqueza, lo hacemos por la pureza de nuestro corazón. Como ya se ha dicho en otras khutbas, la pureza es el requisito para entrar en el jardín. ¡Imaginaos cuán importante es la pureza para vivir! Esa pureza de nuestro corazón es el que nos permite el buen vivir. Allāh no deja nada sin sentido y aunque nos ha creado débiles como dice esta aleya:

(28) Dios quiere haceros ligera vuestra carga: porque el hombre ha sido creado débil (Corán 4: 28)

Allāh aligera nuestras cargas, como dice la segunda parte. Por ello, debemos vencer al ego (nafs) cada día, llegar más allá en cada momento y ser mejores. Siendo mejores nosotros, llegaremos a ser plenos. Debemos buscar paz y armonía, luchar contra lo que es aparentemente sencillo y vivir nuestra sencillez.

Vivir es ver cómo mejorar, como disfrutar como ser nosotros mismos en cada momento. El buen vivir es un dictamen para nosotros mismos, para los demás y toda la creación. Aprendamos de nuestro amado Profeta Muhammad (saws), quien nos ha dado su ejemplo en la sunna. Que mejor modelo que él. Vivamos intensamente como él lo hizo, entreguémonos a Allāh y hagamos un mundo mejor. Solo así haremos un mundo mejor y en el que el sentido de islam lo inunde todo.

Pedimos a Allāh subhana wa t'ala que nos permita disfrutar del buen vivir junto a nuestras familias, nuestra comunidad, nuestros hermanos y el resto de la humanidad.

Aceptando nuestras responsabilidades y el mandato divino.

Pedimos Allāh paz para todos los pueblos que están en conflicto.

Pedimos a Allāh que, a través del respeto, incremente nuestro imān, limpie nuestros corazones y los llene de luz muhamadiyya.

Pedimos Allāh que purifique el alma de nuestros antepasados, la nuestra, la de nuestros padres y la de todos los creyentes.

Pedimos a Allāh que nos guie puros en el ṣirāṭ al-mustaqīm (camino recto) y que acepte nuestra 'ibada (adoración).

Dicho esto, pido a Allāh perdón y a todos. Que nuestras palabras estén bajo la obediencia a nuestro rabb, el señor de los mundos.

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