La Eucaristía estuvo presidida por el obispo diocesano monseñor Antonio Marino y por el Pbro. Pablo Etchepareborda, presidente de la Junta Regional de Educación Católica de la diócesis de Mar del Plata. Participaron además sacerdotes de distintas entidades educativas, junto a representantes legales, directivos, docentes, alumnos y autoridades de DIPREGEP y SADOP.
Monseñor Marino, obispo de la diócesis exhortó a los docentes a “mantener fuertemente la identidad católica de nuestras escuelas. La escuela católica evangeliza y brinda calidad educativa. Contribuye fuertemente a la mejora de la sociedad, porque nuestros alumnos tienen que hacer ese proceso de incorporar sentido en los conocimientos y de incorporar valores en la conducta”.
El obispo resaltó que “nuestras escuelas y colegios, gracias a Dios, son muy buscados. ¿Por qué? Muchas veces hay aspectos que para nosotros no son los primeros pero son importantes porque hay mas orden, buena calidad. Eso lo queremos mantener, pero siempre apuntando alto. La escuela católica siente realizada su misión cuando ha logrado llenar de sentido la vida de nuestros niños y adolescentes”.
Por su parte, el padre Pablo Etchepareborda presidente de la JuREC contó que la misa de cierre del ciclo lectivo 2015 contó con la participación de“docentes, directivos, alumnos y autoridades de DIPREGEP y SADOP. A todos ellos les agradecemos todo el trabajo y los aportes que han realizado este año, el cual ha sido un año muy interesante. Una vez mas pudimos llevar a cabo importantes actividades como el Encuentro Deportivo y Cultural (el cual obtuvo un reconocimiento de la familia Carreras), la Capacita ción para el Amor y la Familia, la Fiesta de la Fe, entre otros”.
En referencia al próximo año, el padre Pablo precisó que “estamos programando, en torno al Encuentro con Jesús, la comunidad, cómo la iglesia tiene que ser misionera desde la Escuela, desde el Año de la misericordia. Vamos a trabajar en distintos niveles, para acompañar los procesos educativos en todas las escuelas”.
“Para mi fue un año muy lindo. Estoy muy agradecido a toda la gente, especialmente a la Junta. Pude trabajar muy bien, y teniendo buena recepción de distintas iniciativas. Hay que seguir trabajando en profundidad, la educación es lenta, pero profunda. Es un año muy positivo, con mucho por hacer, y mucho logrado” dijo el padre Pablo en referencia a su primer año al frente de la Junta Regional de Educación Católica.
Por último invitó a los docentes y alumnos a disfrutar del tiempo de descanso que está por comenzar, ya que también son días para ir “proyectando y hacer más eficaz la tarea que uno hace, desde la transmisión de conocimientos, la formación de la comunidad educativa, y el anuncio del evangelio desde cada escuela”.
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