Jorge Twarog: "Quise escribir una guía de San Juan Pablo II en la Argentina"

Este padre franciscano polaco, que vive aquí desde hace 20 años, acaba de publicar un libro que registra las "huellas" de Karol Wojtyla entre nosotros. La sorpresa es que son numerosísimas y están en todo el país

Por Claudia Peiró

En Argentina, desde clubes de fútbol hasta instituciones educativas terciarias, pasando por calles, rutas, plazas, barrios, parroquias, escuelas, asociaciones scouts, hogares y hasta hospitales, llevan el nombre de Juan Pablo II.

El padre Jorge Twarog, franciscano, oriundo de Cracovia –la ciudad de la que Karol Wojtyla, el primer Papa polaco, era Arzobispo-, rector de la misión católica polaca en Argentina, donde trabaja pastoralmente desde 1996, ha registrado todos los sitios que evocan a Juan Pablo II, de una punta a la otra del país, de Misiones a la Patagonia, en las localidades más pequeñas y en las capitales provinciales.

Y todo ello lo ha condensado en un hermoso libro –Las huellas de San Juan Pablo II en la Argentina (Talita Kum Ediciones)-, ilustrado, a lo largo de sus casi 400 páginas a color, con profusión de fotografías de cada "huella". Monumentos, bustos, cuadros, placas y, más recientemente, desde su canonización,reliquias de este Santo que tan ligado está a un momento crítico de nuestra historia cuando, ante el riesgo grave de nuestro extravío como Nación, el Papa polaco intercedió para evitarnos una guerra fratricida con Chile.

"Estoy seguro de que Juan Pablo II sigue intercediendo por esta querida Nación", dijo a Infobae el padre Twarog, quien, como rector de la misión polaca en Argentina es también uno de los responsables de organizar la participación de jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Cracovia, Polonia, el año próximo y que será el segundo encuentro de este tipo que presidirá el papa Francisco. El primero fue en Brasil, a poco de inaugurarse su pontificado, en julio de 2013.

El padre Twarog respondió a las preguntas de Infobae sobre el libro y sobre la presencia y el legado de Karol Wojtyla entre nosotros.

¿Cómo surgió la idea de este libro y cuál es su finalidad?

 —Trabajo pastoralmente en Argentina desde hace casi 20 años. En este tiempo recorrí bastante territorio argentino para visitar a las comunidades polacas de este país. Y al mismo tiempo conocí muchos lugares que llevan el nombre de Juan Pablo II. Soy polaco, vengo de la diócesis de Cracovia y tuve la gracia divina de conocer personalmente a San Juan Pablo II. Cinco veces celebré con él la Santa Misa en su capilla privada en el Vaticano. Tocarlo fue para mí como tocar a Cristo Jesús. Por eso hoy quiero ser testigo de la vida de este gran Santo. Él, sobre todo, vivió en Jesucristo. Se fascinaba por Él. Fue su verdadero discípulo. En Él encontraba las raíces de su identidad. Y fue Cristo quien lo envió a los hombres. Además, inauguré el monumento al Papa polaco, uno que tiene 4 metros de altura, en Martín Coronado, la calle Juan Pablo II y 15 esculturas -bustos de San Juan Pablo II- en distintos lugares del país. En estos años se juntó bastante material fotográfico de las huellas de Sumo Pontífice. Este libro, editado por la editorial católica Talita Kum, testimonia esta "viva" presencia de Karol Wojtyla a través de las huellas que quedarán para siempre en nuestro país. Por eso quería escribir una "Guía" de San Juan Pablo II en la Argentina. Y espero haber cumplido con la tarea, para todos los que aman a Juan Pablo II.

Es sorprendente la cantidad de "huellas" que ha encontrado usted aquí y posiblemente la mayoría de los argentinos se sorprenderán también. ¿Cuánto tiempo le llevó hacer este registro tan completo de todos los sitios que en el país contienen algún recuerdo de San Juan Pablo II o llevan su nombre?

 —Bueno, a lo largo de mis dos décadas en Argentina, lentamente fui juntando esas huellas del Papa polaco en el país. Para escribir y buscar lo que me faltaba trabajé intensa y fuertemente durante siete meses, hasta que el libro salió del "horno", el 14 de octubre de 2015.

En este recorrido, ¿qué cosas le llamaron más la atención?

 

—Hay muchas anécdotas para contar. Pero hay un personaje bien completo, el padre Casimiro Pronczuk, polaco redentorista. Él trabajó toda su vida sacerdotal en Argentina, especialmente en las provincias de Misiones y Chaco. El inauguró el monumento a Juan Pablo II en la ciudad de Resistencia. Trabajó últimamente en la parroquia de la ciudad de Villa Ángela, en Chaco. En su parroquia está la reliquia de san Juan Pablo II, una gota de su sangre. El 9 de mayo pasado celebré la Misa con él, en un pueblo vecino, Coronel Du Graty, donde hay una asociación "Juan Pablo II" de la colectividad polaca. Dos meses después, el 11 de julio de 2015, el Dios Padre lo llamó a su casa para descansar. Sus restos se encuentran en el Cementerio "Juan Pablo II" en Villa Ángela. En este pueblo hay un albergue que lleva el nombre del Padre Casimiro Pronczuk. Un excelente ejemplo de un gran hombre y sacerdote, que amaba profundamente a su compatriota Juan Pablo II. Por supuesto hay muchas cosas para contar, pero todo esto el lector lo va a encontrar en el libro.

¿Existe alguna localidad, provincia o institución que concentre una mayor cantidad de recuerdos de San Juan Pablo II?

 —Esta respuesta no va a tener un tono humilde. Me enorgullezco de decir que seguramente es el Centro Católico Polaco de los Padres Franciscanos polacos en Martín Coronado, en la localidad bonaerense de Tres de Febrero, donde se encuentra la sede de la misión católica polaca en Argentina, y el convento al cual pertenezco. Aquí hay muchas reliquias de San Juan Pablo II. Se siente su "viva" presencia. En el libro se pueden ver once sitios donde hay huellas del Papa polaco en esta localidad. Están también registrados los numerosísimos lugares e instituciones que llevan el nombre de Juan Pablo II en Misiones, Corrientes, Chaco, etcétera.

Más allá de los símbolos materiales del paso de San Juan Pablo II por Argentina y de su pontificado, ¿cuál diría usted que es el mayor legado espiritual de este Santo para la Argentina?

 —El Santo Padre Juan Pablo II vino a la Argentina dos veces: en el año 1982 y 1987. Juan Pablo II sigue estando "vivo" en la Argentina, no solamente en sus distintas reliquias que, por intermedio del cardenal Estanislao Dziwisz, hoy Arzobispo de Cracovia, que durante 40 años fue el secretario personal de Juan Pablo II, llegaron a la tierra del Papa Francisco, pero especialmente está presente en los corazones de todos los argentinos. Los argentinos, que hoy tienen la fortuna de tener un Santo Padre originario de esta tierra, llevarán para siempre en sus corazones al inolvidable Papa polaco, san Juan Pablo II. Y esta publicación, este libro, certifica y testimonia el inmenso amor del pueblo argentino por el Papa Grande, el Mensajero de la Paz.

¿Qué cosas recuerda usted con más intensidad de las dos visitas que nos hizo San Juan Pablo II, si es que se encontraba usted en el país?

 —No podemos dejar de recordar sus memorables palabras en abril de 1987 en Buenos Aires, durante la Primera Jornada Mundial de la Juventud, cuando predicó al pueblo argentino:"Que el hermano no se enfrente más al hermano, que no vuelva a haber más secuestros ni desaparecidos; que no haya lugar para el odio, la violencia; que la dignidad humana sea siempre respetada". Estoy totalmente convencido de que San Juan Pablo II dejó un fragmento de sí mismo, de su corazón: en palabras que le hemos escuchado pronunciar, en gestos que le hemos visto hacer, en su modo de rezar y hablar con Dios y como Santo los acompaña y les indica el camino por un mundo mejor. Las palabras de Papa Francisco en el día de la canonización resumen las sendas por las cuales cada cristiano debe encaminarse: "Testigo ante la Iglesia y el mundo, de la bondad de Dios y de su misericordia, hombre contemplativo de las llagas de Cristo".

Un empresario argentino, Ricardo Fernández Núñez, con importantes vínculos con Polonia, ha patrocinado la realización de esta obra, ¿cómo califica usted los vínculos entre nuestro país y la patria de Karol Wojtyla? 

—Lo fundamental que hay que decir es que los dos países, Argentina y Polonia, son países muy católicos. San Juan Pablo II fue un guía para millones de personas de todo el mundo. Acaban de pasar diez años desde su muerte y un año de su canonización y él sigue conmoviendo, inspirando y resplandece cada vez más. Estoy seguro, de que nuestro amadísimo Papa San Juan Pablo II nos mira de la casa de Dios Padre y bendice al pueblo argentino y a todo el mundo. Y estoy igualmente seguro de que sigue intercediendo por esta querida nación ante el trono del Altísimo.

Cambiando un poco de tema, ¿cómo van los preparativos para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia del año próximo?

 —Al finalizar la presentación de mi libro, el 22 de octubre en la UCA, la comunidad artístico cultural Buenos Aires por una Nueva Evangelización (Banuev) cantó el Himno de la JMJ Cracovia 2016: "Bienaventurados los misericordiosos", por primera vez en público en idioma español. Este grupo viajará a Cracovia en julio de 2016 para la 2a JMJ que presidirá el Papa Francisco. Asimismo, BANUEV presentará su gran obra teatral, el musical "Kolbe, sólo el amor crea" en la ciudad de Oswiecim, donde se encuentraba el campo de concentración de Auschwitz Bircenau", lugar de martirio de san Maximiliano Kolbe, y también en Niepokalanow, ciudad de Kolbe. Por otra parte, cada diócesis de la Argentina ya está organizando los grupos de jóvenes para la JMJ de Cracovia 2016.

 ¿Quiere agregar algo?

 —Sí, que Dios los bendiga a todos y que San Juan Pablo II los proteja todos los días.

 Para solicitar ejemplares del libro Las huellas de San Juan Pablo II en Argentina:

Escribir a: [email protected]

www.talitakumediciones.com.ar

o al teléfono: (54-11) 1564227123

o también comunicarse con el autor del libro:

Padre Jorge Jacek Twarog

Rector de la Misión Católica Polaca en Argentina

Calle Juan Pablo II 2360

1682 MARTIN CORONADO

Prov. Buenos Aires

ARGENTINA

Telfax: 0054 11 48420589

Cel: 011 1551807702

email: [email protected]

[email protected]

Comentá la nota