700 niños cristianos, hindúes y musulmanes pueden este año aspirar a un futuro mejor gracias al proyecto de Apoyo a distancia del Movimiento Familias Nuevas.
El 2 de febrero el Padre Susai Alangaram celebrará los 25 años de su sacerdocio.
Desde hace seis años trabajaba como sacerdote en Tiruchirapally, Tamil Nadu, el estado situado más al sur de India sobre el Océano Indio, cuando comenzó un proyecto con el fin de aliviar a los niños de su parroquia de tanta pobreza. Años atrás había conocido el Movimiento de los Focolares y se había comprometido en vivir y testimoniar la unidad con otros compañeros sacerdotes, en una sociedad paralizada por el problema de las castas sociales. Con dos amigos suyos comenzó un proyecto de Apoyo a Distancia para 50 niños, dándole el nombre de Ilanthalir, que en el idioma Tamil significa “tiernos brotes”, recordando el tierno cuidado necesario que hay que brindar para lograr el crecimiento y el desarrollo sano de estos niños.
Hoy los niños pobres de varias aldeas de cinco distritos de Tamil Nadu reciben el Apoyo de Ilanthalir,en un territorio que comprende la zona ubicada 125 km al sur de Tiruchirapally hasta 70 km al norte. Después del tsunami del 2004 algunos niños de dos pueblos de la costa fueron adoptados, que ahora ya están estudiando en la Universidad.
El clima en el país es muy cálido y los vientos monzones son imprevisibles, arruinando amenudo los cultivos y aumentando la pobreza de los campesinos. Este año hubo aluviones en el norte y sequía en el centro.
La pobreza es la causa del difundido analfabetismo y del trabajo de los menores, dado que la primera preocupación de muchas familias indigentes es la de ganar algo para sobrevivir y pasa a un segundo plano la educación de los hijos.
Ilanthalir trata de asegurar a los niños las primeras necesidades, priorizando sus estudios hasta que encuentren un empleo y puedan así ayudar a sus propias familias. Este año 456 niños serán beneficiados directamente por el Apoyo a Distancia de Familias Nuevas y otros 300 recibirán asistencia de Ilanthalir.
Aún perteneciendo a varias religiones se hace de manera que todos los niños puedan festejar juntos las principales fiestas como Diwali (la fiesta de la luz), Pongal (la fiesta de la cosecha), Navidad, etc. El mes de octubre está dedicado al cuidado del ambiente, y cada centro organiza programas para plantar árboles, limpiar los lugares públicos, etc.
Lo que impresiona en la experiencia deIlanthalir es el impacto de la espiritualidad de la unidad en un contexto que de otro modo se presta para favorecer una cultura de sobrevivencia y aislamiento. La Palabra de Vida de los Focolares, que consiste en un comentario sobre cómo vivir las frases del Evangelio, se traduce en el idioma Tamil y se difunde entre los niños y sus padres, que una vez por mes se reúnen para compartir lo que vivieron y renovar su compromiso. Cada año participan todos juntos en una jornada de Mariápolis con unas 300 personas en Tiruchirapally, promoviendo un intercambio fraterno entre todos.
El compromiso de los niños de Ilanthalirde vivir de este modo con sus pequeños actos de amor, los transforma en agentes de unidad en sus familias y en sus ambientes, llevando nueva esperanza para muchos.
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