La Iglesia llamó a movilizar a la juventud

La Iglesia llamó a movilizar a la juventud

Mas de 10 mil fieles, jóvenes en su gran mayoría, se unieron en el Teatro Griego. El Arzobispado, con un fuerte mensaje social, les pidió “no quedarse quietos”

Juntos reflexionaron sobre la realidad mendocina y se comprometieron a salir a las calles para generar cambios positivos en la sociedad. Se encontraron, cantaron, rezaron y renovaron su fervor por la Virgen María en una celebración que tuvo un profundo contenido social.

Fueron miles de jóvenes los que ayer alzaron sus pañuelos con la sola idea de festejar la vida en el marco de la Fiesta Diocesana 2014, cuyo lema, en esta oportunidad, fue “Con María llevamos la alegría del Evangelio”.

Por la tarde, las gradas del Teatro Griego se llenaron de color: en cada sector, las remeras lilas, azules, rojas, blancas, verdes y naranjas marcaron el espíritu de la celebración que, en sintonía con las pautas fomentadas por el papa Francisco, propuso que la juventud “no se quede quieta” y contagie su ímpetu movilizador para construir un mundo más justo desde la sencillez. 

Desde la mañana, antes del inicio del acto en honor a Nuestra Señora del Rosario (Patrona de la Arquidiócesis de Mendoza), cientos de adolescentes de distintas parroquias de la provincia se reunieron en el parque General San Martín con el fin de reflexionar e intercambiar las experiencias que lograron cosechar luego de participar de la actividad Misión Joven, una propuesta que impulsó a los chicos a realizar diferentes proyectos sociales y concretarlos durante las últimas semanas.

Luego, los creyentes peregrinaron hasta el Frank Romero Day, donde miles de personas ya se encontraban ubicadas en sus lugares después del mediodía.

Tal como estaba programado, luego de las 3 de la tarde comenzó la celebración oficial. Ni bien la imagen de la Virgen del Rosario apareció sostenida por jóvenes vestidos de paisanos, y con pañuelos celestes y blancos, el entusiasmo comenzó a crecer. 

Madres que por primera vez se acercaron a esta fiesta junto a su familia, católicos que desde hace poco tiempo decidieron retornar a la Iglesia y abuelos que no dudaron en empaparse de juventud, se sumaron a los más de 10 mil adolescentes que dijeron presente en esta edición de la Fiesta Diocesana que brilló bajo el radiante sol del domingo.

Algunos, incluso, fueron preparados para pasar el día entre las gradas y hasta llevaron mates y sánguches para compartir.

Es que el objetivo para muchos, además de practicar su fe, fue conocer a otros jóvenes de la provincia y, por ejemplo, avanzar en otras misiones nuevas e impulsar proyectos en red.

Justamente, esas metas estuvieron en sintonía con el mensaje que desde el altar brindó el arzobispo Carlos María Franzini, quien invitó a los seguidores de Jesús a no perder las ganas de continuar aportando buenas acciones, a ir al encuentro con el otro a través de obras concretas y a no dejar de lado la fe.

Johana Chacón presente

Tal vez con más intensidad que en anteriores festividades, esta vez el encuentro católico estuvo anclado en un claro mensaje social, focalizado a la realidad mendocina. Fue de hecho Silvia Miloni, directora de la escuela Virgen del Rosario, Lavalle (donde asistía Johana Chacón, la chica que continúa desaparecida desde el 4 de setiembre de 2012 y que por entonces tenía 13 años),  quien se dirigió a los presentes para dar un mensaje de no violencia y respeto por la vida. 

Miloni explicó cada episodio del caso que aún espera ser resuelto, desde que Johana fue vista por última vez en el distrito Tres de Mayo. Contó, por ejemplo, el dolor que produce esta desaparición y el peregrinar de toda la comunidad educativa para que Mendoza no olvide a Johana.

En sus palabras, la docente no dejó de mencionar a Soledad Olivera, quien desapareció a los 28 años, al poco tiempo que Johana -también en Lavalle- y aún no se ha logrado dar con su paradero. “Lo que queremos transmitir es la importancia de seguir defendiendo el valor de la libertad, la justicia y la defensa de la vida”, expresó desde el escenario Miloni, mientras un grupo de jóvenes sostenía el cartel con la frase “Que no exploten tus sueños”.

A esta inquebrantable defensa por los derechos de niños, niñas y adolescentes de la provincia se sumaron otras problemáticas locales, como la escasez de agua y la pobreza. “¿Qué podemos hacer nosotros en una sociedad donde no to-dos tienen las mismas posibilidades?”, interrogó en el escenario un Jesús de gran tamaño, encarnado en un joven, vestido con una túnica y sandalias franciscanas. 

El consumo desmedido, el egoísmo y el individualismo que en estas épocas parecen haber desplazado otros valores fundamentales fueron cuestionados. Luego, se reflexionó sobre problemáticas como las adicciones y la marginación escuchando los testimonios de los propios protagonistas.

“Hay muchos jóvenes que luchan todos los días para poder cambiar las cosas. Creo que este encuentro es muy importante para mantenernos unidos y fuertes para hacer frente a muchas situaciones difíciles”, comentó emocionada Eugenia Solís (18), quien en poco tiempo recibirá el sacramento de la confirmación. 

Un mensaje dirigido a ir de misión y fortalecer la familia

Una Iglesia misionera y comprometida con la realidad, que recobre la alegría para anunciar la vocación cristiana, fue la propuesta que el Arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, lanzó a los fieles en el marco de la Fiesta Diocesana que se realizó ayer por la tarde en el Teatro Griego Frank Romero Day. Entre sus palabras, el máximo representante de los católicos a nivel provincial entrelazó la historia mendocina con la fe y evaluó que justamente, esa vida cristiana es la que siempre ha acompañado a Mendoza para superar los problemas que se han presentado en las diferentes épocas.

La necesidad de fomentar el espíritu misionero, en sintonía con el cambio de rumbo que el Papa Francisco ha impulsado para la Iglesia a nivel mundial, fue otro de los mensajes en los que el Arzobispo hizo hincapié durante la misa. A ello se sumó el recordatorio por el mes de la familia, que se conmemora durante este mes y con el cual la Iglesia busca fomentar el encuentro y el diálogo entre padres, hijos y hermanos. 

Es palabra joven

“Después de estar en la calle, con varias acciones en el marco de la misión, descubrimos la necesidad que existe y lo útiles que podemos ser”. Melisa Sosa (19), Parroquia San Miguel (Las Heras)

“Ha sido positivo reunirnos acá con jóvenes que tienen las mismas inquietudes y que buscan mejorar las cosas”. Amparo Herrera (17)

Parroquia El Líbano (San Martín)

El Papa y  300 obispos discuten los temas tabú

El papa Francisco abrió ayer en la basílica de San Pedro un histórico sínodo de obispos de todo el mundo para analizar los retos de la familia moderna y abordar temas tabú para la Iglesia Católica.

Durante 15 días unos 300 prelados debatirán a puerta cerrada sobre el matrimonio homosexual, las parejas de hecho, el divorcio y la comunión para los divorciados que se vuelven a casar, entre otros asuntos.

Con una misa solemne, concelebrada con 230 prelados, el Papa, con paramentos verdes, inauguró la primera asamblea extraordinaria de obispos de su pontificado, iniciado en marzo de 2013 y que podría romper con viejas tradiciones y marcar un antes y un después.

“La asambleas no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente. En este caso el Señor nos pide que cuidemos de la familia”, advirtió el Papa durante la homilía.

“El sueño de Dios siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos ‘frustrar’ el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo”, recordó.

El Pontífice mencionó a los “malos pastores" que cargan sobre el pueblo “fardos insoportables, que ellos ni siquiera tocan con los dedos”, dijo con tono duro. AFP

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