La Iglesia de Catamarca, a través de la Pastoral Social, dio a conocer su postura con relación a la reforma constitucional que impulsa el Gobierno. En ese sentido, mediante un comunicado elevado a la Comisión encargada de elaborar el proyecto de reforma y a la gobernadora Lucía Corpacci, el clero se expresa en contra de la iniciativa oficial. En la misiva, la Pastoral sostiene que para este trabajo no participaron todos los sectores para el análisis de la propuesta oficial. Y que hay temas más importantes para ser tenidos en cuenta.

En la nota, la Pastoral señala: "La convocatoria no tuvo el consenso necesario con las otras fuerzas políticas con representación parlamentaria, ni con autoridades de los otros dos poderes del Estado".

Teniendo en cuenta la importancia del hecho es que considera que la reforma "merece el máximo diálogo". En esa línea, sostiene que este trabajo "debe realizarse con total consenso ciudadano y de las instituciones de la provincia, con un análisis profundo sin apresuramientos pero sin pausa; buscando la unidad de todos los catamarqueños y evitando el enfrentamiento estéril y socialmente regresivo".

De igual forma, considera buena la intención de la reforma. Y en ese marco, sostiene que se deben tener en cuenta para el trabajo principios básicos como: la dignidad de toda persona humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiaridad. A su vez, considera que debe poner énfasis en el derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural; promover la cultura del trabajo y alentar y apoyar la institución familiar.

Por otra parte, afirma que no deben eliminarse instituciones de control del uso de los fondos públicos; limitar las reelecciones indefinidas y explicitarse la lucha contra la inseguridad, la discriminación, la trata de personas, el narcotráfico.

Por último, y en cuanto a la polémica que se generó con otras religiones por el tipo de educación que se debe aplicar en la provincia, la Pastoral Social de la Iglesia cree oportuno que "el Estado garantice la educación pública, tanto de gestión estatal como privada, confesional o no confesional; y el derecho de los padres de elegir para sus hijos, en el abanico de ofertas, el tipo de educación que consideren más adecuada".

Conclusión

Como conclusión, la Pastoral ratifica que la iniciativa de la reforma es "laudable". Sin embargo, considera que "por el momento existen otros problemas más urgentes en la comunidad a los que hay que prestar una seria atención porque están dañando fuertemente la convivencia y la posibilidad de progreso". En ese sentido enumera como flagelos sociales a "la creciente inseguridad, la inflación, el desempleo, el comercio y consumo de drogas".

"Por otra parte, estamos por entrar en tiempo de elecciones, donde los ánimos pierden la serenidad y la reflexión necesarias para un trabajo de tanta envergadura", señala.

Finalmente, el comunicado afirma: "Decimos que el tratamiento de la reforma de la Constitución provincial –si bien necesario- por ahora es inoportuno".