Muchas fueron las repercusiones que surgieron luego de que el Papa Francisco conseda el permiso de a los sacerdotes para que absuelvan a los fieles de haber cometido un aborto o haber sido cómplices. El padre Marcelo Panebianco contó a 0223 cuáles son los verdaderos significados de las declaraciones.

Para perdonar ciertos pecados, denominados como "más graves" que el resto -dentro de los que se incluye el aborto-, un sacerdote debía pedir una "licencia especial" que lo autorizara a perdonar a quién deseaba ser redimido por el acto cometido, contó Panebianco.

Esa autorización, si bien es un paso necesario y más bien un trámite interno de las legalidades católicas, es lo que durante el Año de Jubileo de la Misericordia -que se extenderá desde el próximo 8 de diciembre y hasta el 20 de noviembre de 2016- no va a hacer falta pedir.“Entonces, el sacerdote lo puede perdonar directamente", explicó el sacerdote marplatense.

Por eso, lo que reiteró el religioso local, con la intención de que quedara bien claro, ese permiso se les da a todos los sacerdotes desde hace muchos años, sin distinción de ningún tipo. Por lo tanto la única novedad en relación a las palabras del Papa es la expuesta anteriormente:  ya no va a ser necesario durante los doce meses que empiezan el Año de Jubileo, pedir esa licencia especial.

"A mí me ordenaron en el '98", contó Panebianco. Desde ese momento, y antes también, explicó a manera de ejemplo "todos los sacerdotes siempre tuvimos la licencia" para perdonar cada vez que hubo una confesión de ese tipo. "Nunca tuve que pedir permiso, porque ya lo tenía", dijo.