Tras el rezo del Ángelus, Papa Francisco se mostró conmovido por dos historias. Quiso ponerlas como ejemplo de solidaridad.

La primera de ellas tuvo un final trágico y ha conmovido a todo el mundo. Se trata de la historia de Rayan. Tenía cinco años y nos tuvo a todos con el corazón en un puño. El pasado martes, a eso de las dos de la tarde cayó a un pozo.

Su padre estaba reparándolo y el pequeño, en un descuido cayó. Durante cinco días todo el pueblo, las autoridades y los vecinos se volcaron con el niño y la familia. Así lo mostraba el padre: «Todo el mundo ha hecho lo máximo para que él salga con vida y que yo pueda cogerlo entre mis brazos esta noche. Pero no les oculto que tanto su madre como yo estamos destrozados y muy nerviosos”.

Lo han intentado todo. Hicieron un túnel, pero cuando encontraron al niño, ya estaba muerto.

Así lo destacó el Papa en el Ángelus: «Todo el pueblo trabajando juntos para salvar a un niño. Lo intentaron todo, lamentablemente no lo lograron, pero este ejemplo de todo un pueblo esperando a salvar a un niño. Gracias por su testimonio»

La solidaridad en Monferrato

La segunda historia es menos conocida. No salió en los medios. Ocurrió el Italia, en Monferrato. Se trata de un migrante de 25 años, que llegó a Italia y consiguió encontrar una vida mejor. El Papa fue quien la explicó: «John, un chico ghanés de 25 años, migrante, que para llegar aquí sufrió todo lo que sufren muchos migrantes. Al final logró acomodarse, comenzó a trabajar, a crear su futuro en una empresa de vinos»

Desgraciadamente fue diagnosticado de cáncer y le queda poco de vida. Cuando supo la noticia pidió poder volver a Ghana a visitar a su padres: «Luego enfermó de un cáncer terminal. Y cuando le dijeron la verdad, quiso volver a casa para abrazar a su papá antes de morir. Falleciendo pensó en su papá. Ese pueblo realizó una recaudación y lleno de morfina lo subieron a un avión, lo mandaron para que pudiera fallecer en los brazos de su padre»

«Hoy en medio de tantas noticias feas, están los santos de la puerta de al lado», destacó el Papa en su intervención.