En la parroquia Inmaculado Corazón de María de Newark
"Una misma lengua pero sobre todo una misma fe". Ese es el convencimiento de los inmigrantes que proceden de países que comparten el mismo idioma y se reúnen para celebrar acontecimientos como el día de la hispanidad.
El día de la hispanidad -12 de octubre- ha sido celebrado con gran entusiasmo en laParroquia Inmaculado Corazón de María en Newark, New Jersey-U.S.A., que nació precisamente para atender a la comunidad de inmigrantes españoles. Con el paso del tiempo no sólo eran españoles los que participaban de esta Parroquia, sino que también la integran todos los inmigrantes que comparten la misma lengua.
Más allá de la lengua, la Parroquia se mueve por aquellas motivaciones que nos dejó nuestro Señor y que siempre resultan actuales: "tuve hambre, y me disteis de comer... era forastero, y me acogisteis... En verdad os digo que cuando dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo". (Mt 25, 35-46) y permanece abierta a otros hermanos del país que fuere, así acoge a portugueses y también a algún que otro americano.
Los feligreses han captado la motivación de su Parroquia y asumen que la alteridad nos lleva a ir más allá de las fronteras de una lengua. Por eso, la fiesta de la hispanidad es una celebración en la fe que se inicia con un día de antelación y con la cuidadosa y delicada preparación del salón parroquial. A cada país se le asigna el espacio oportuno para que pueda poner sus trajes y comida típica que hayan preparado.
El fondo musical es diverso pero armónico, es decir, cada media hora se va poniendo la música de cada país y todos los participantes van escuchando y dialogando sobre sus diversos ritmos y los recuerdos a los que les remite. A media mañana se celebra la Eucaristía, en la que se conmemora a la Virgen el Pilar y en donde cada cultura pone lo suyo en las diversas partes de la celebración.
Tras la eucaristía y como suele decirse "se comparte la misa y la mesa". El compartir la comida de otros países cuestiona las fronteras étnicas y crea condiciones de posibilidad para el encuentro y la acogida de otros hermanos. Esta fiesta tiene un carácter inclusivo y reúne a hermanos de las más dispares procedencias étnicas y sociales.
Incluso los hermanos de los Estados Unidos tienen un espacio para que puedan compartir sus trajes y comida típica. Se podría decir que esta fiesta aunque tenga su origen fuera de los Estados Unidos, es "original" porque no es copia de otros lugares sino que es una re-creación que incorpora nuevos elementos y amplia el sentido de la misma en otro contexto. Por lo tanto, más allá de la fiesta, el entretenimiento, el idioma y la curiosidad que puede ocasionar en muchos hermanos, es la fe la que reúne, es la fe que hace que en esta Parroquia se vayan prefigurando un nuevo tipo de relaciones sociales.
En este contexto se observa que la fe integra y evita la fascinación excesiva por lo diferente, y genera una apertura hacia el otro sin una protección exagerada a no querer abrirse al prójimo. Los feligreses al final de este acontecimiento comentan, a su modo, que la fe tiende puentes entre lo que ya se tiene y lo nuevo, entre lo que se celebra y la vida concreta, entre el espacio festivo y la atmosfera que permite dialogar y compartir.
Con la debida prudencia, podríamos afirmar que esta fiesta conlleva aquella exhortación de san Pablo: "ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo ni a judíos ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin procurar mi propio interés, sino el de todos, para que se salven". (1Co 10, 31).
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