Haití: La Iglesia en vilo ante el temor de que haya nuevos secuestros

Haití: La Iglesia en vilo ante el temor de que haya nuevos secuestros

"Vivimos en terror constante", dice un obispo. La madre de uno de los curas secuestrados fue liberada tras pagarse un rescate de 50.000 dólares por el grupo. Siguen cautivos 5 sacerdotes, 2 religiosas y 2 familiares. Los secuestradores perdieron contacto.

"Nos preguntamos quién será el siguiente... ¿Seré yo o un hermano sacerdote? Vivimos en un terror constante", dijo el obispo Jean Désinord de la diócesis de Hinche, al norte de Puerto Príncipe, entrevistado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Los secuestros han aumentado últimamente y, para el prelado, no hay una solución rápida ni fácil para el problema. "La Iglesia sólo puede pedir a los líderes políticos que garanticen la ley y el orden", dijo.

Monseñor Désinord explicó que los últimos secuestros son probablemente el resultado de la anarquía y el bandolerismo generalizados, "simplemente una forma de conseguir dinero, aunque no se pueden descartar las motivaciones políticas". La Iglesia en Haití tiene una misión profética", dijo el obispo de Hinche. "Debe denunciar las terribles condiciones en las que vive el pueblo", insistió, denunciando la porosidad entre el crimen organizado y el medio político.

Recordando entonces las palabras del Papa en su mensaje pascual Urbi et Orbi por el pueblo haitiano y por las dificultades que atraviesa el país, Mons. Désinord hizo un llamamiento a los benefactores de AIN para que sigan acompañando a los haitianos. "AIN está a nuestro lado en este momento difícil de nuestra historia", dijo el obispo, pidiendo a los donantes que sigan apoyando a la fundación.

"Según fuentes, una de las personas secuestradas en Haití el domingo pasado fue liberada. Desde entonces no ha habido más noticias de los secuestradores. Nueve personas siguen siendo rehenes", informó el periódico Le Telegramme en su sitio web el sábado 17 de abril por la noche.

“Este sábado 17 de abril, una fuente haitiana nos informó que uno de los rehenes había sido liberado. Según las pruebas que tenemos en nuestro poder, se pagó un rescate de 50.000 dólares a los secuestradores por la liberación del grupo. Contra todo pronóstico, la pandilla, llamada 400 Mawozo, liberó a un solo rehén: se trata de la madre del padre Jean Anel Joseph, que el domingo pasado iba a instalarse en su nueva parroquia. La haitiana, de unos 70 años, era la más débil del grupo y su salud empezaba a preocupar. Habría especificado que el grupo se mantiene en un bosque, debajo de un árbol, en condiciones muy precarias y tienen las manos y los pies atados”, informó el periódico.

De las últimas noticias locales se supo que después de esta liberación, los secuestradores ya no tenían contacto con los padres de Saint-Jacques a quienes las autoridades han confiado la tarea de realizar negociaciones con los secuestradores.

El domingo 11 de abril fueron secuestradas diez personas, entre las que había 5 sacerdotes, 2 religiosas y 3 familiares de uno de los sacerdotes, cerca de Puerto Príncipe. El pedido de rescate que trascendió era de un millón de dólares.

El jueves 15 de abril la Iglesia se declaró en huelga y las escuelas públicas y privadas, así como muchas actividades comerciales permanecieron cerradas en señal de solidaridad con los rehenes pero también de protesta contra la inseguridad que azota Haití desde hace muchos meses.

Los que permanecen secuestrados son cinco sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de Saint Jacques, dos monjas y dos fieles laicos. Entre ellos se encuentran Michel Briand, un misionero bretón de Messac de 67 años que vive en la isla desde hace muchos años, y Agnès Bordeau, una monja de Sarthe.

Haití es hoy el país más pobre de América. Los delitos de bandas y los secuestros van en aumento y las graves tensiones políticas entre el gobierno y la oposición provocan una inestabilidad crónica; ya en febrero, los obispos de Haití hablaron del peligro de una "explosión social".

AIN lleva años apoyando a la Iglesia de Haití en su misión pastoral y humanitaria. Sólo el año pasado, la fundación de derecho pontificio apoyó más de 30 proyectos diferentes por un total de más de 550.000 euros. Gracias a la generosidad de sus benefactores, la AED ha podido financiar la compra y el mantenimiento de vehículos, la ayuda de emergencia relacionada con la pandemia, los salarios de los sacerdotes y los programas de educación y formación para laicos, catequistas y seminaristas.

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